Vuelvo a este, mi espacio personal, 20 días después de terminar un buen año en todos los sentidos, y con la mira puesta en esta nueva etapa que se abre ante nosotros esperanzadora, con la premisa de que este 2013 tiene que ser mejor.
Y me siento ahora ante la máquina y ante mi blog porque
el comienzo de este año ha sido intenso, con mucho trabajo y muchas cosas por
hacer, por lo que el tiempo se acorta, amén de algunos problemas también con mi
inseparable y querida máquina computadora, pero créanme que extrañaba
tremendamente esta comunicación personal, en la que nada ni nadie me interrumpe,
ni me revisa lo que escribo.
A principios de este mes fue el cumpleaños de mi primer
hijo, Maikel, y la ocasión fue propicia para pasarla en familia, en esa
intimidad de la casa que es insustituible e incomparable, incluso con el mejor
palacio, porque el hogar y la familia son inigualables.
También he estado enrolado intensamente en los tribunales
de los exámenes finales del primer semestre en la Universidad, en la
preparación de un curso taller de fotografía de prensa que impartiré en la semana
que comienza el próximo 28 y en el desarrollo de otro taller que impartí sobre
el reportaje radial a partir de los conceptos más novedosos y revolucionarios
sobre el género, tomando como ejemplo algunos de los que se realizan en otras
emisoras del mundo. Y por supuesto, ha sido intenso también el trabajo en mi
medio de prensa tiempo21,
y en las redes sociales de twitter y facebook.
Por tanto, vuelvo a mi blog con la adarga al brazo, al
decir del Che Guevara.
Y yo mismo me doy la bienvenida.
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