Este mundo
anda con las patas arriba, al decir de Eduardo Galeano, no solo por las guerras
y otras desgracias, sino, además, por lo que mucha gente quiere imponer alzando
la bandera de la lucha contra la tan llevada y traída homofobia.
Hoy he
visto por Telesur, a todo bombo y platillo, el primer matrimonio gay de
Francia, con boda filmada y todo, con beso boca a boca y todo, y con muchos de
los mensajes en la red social twitter como aquel que lloró de emoción, o
alguien que no pudo soportar tanta delicadeza y se le cortó el aliento, o alguien
que se sintió el más feliz de los mortales por aquel hecho…, en fin, lágrimas,
emociones, risas, felicidad ante un hecho tan sublime y bello.
Y yo, que
también soy un simple mortal y que también tengo sentimientos, no entiendo cómo
es que tanta gente y los grandes medios de comunicación quieren presentar estas
cosas como lo más natural del mundo, y fíjense que no digo normal, que es otra
cosa, sino natural. Entonces, ¿será natural que contraigan matrimonio dos
personas del mismo sexo?
Para los
creyentes, y para los que tienen dos dedos de frente, claro, Dios creó al
hombre y a la mujer para que procrearan y se desarrollara la vida en la Tierra.
A partir de esto todo lo demás no es natural, o para decirlo mejor, es
innatural, sencillamente porque va contra la naturaleza biológica del ser humano,
en este caso. Es decir, se es hombre o mujer, biológicamente hablando, lo otro,
lo que tiene que ver con la orientación sexual y todas esas cosas es un trastorno
de personalidad, o para decirlo mejor, es un trastorno de la conducta.
Y no solo
de matrimonio se trata, porque lo más doloroso y peligroso para nuestra propia
especie es que estas personas podrán adoptar hijos, y entonces, ¿quién será
mamá, y quién será papá, como lo más natural? ¿Cuáles son los patrones que el
niño o la niña tomarán para su formación? Pero, ¿he dicho formación? ¿A qué
formación me refiero, porque sencillamente ese niño o esa niña será una cosa, algo
amorfo en materia formativa, alguien perdido(a) por no tener una formación
correcta como Dios manda, como se dice por mi tierra, o acaso alguien puede
defender que eso es correcto. ¿Se dan cuenta de que no es natural?
Yo, lo juro
por Dios, como también se dice por acá, no tengo nada contra los homosexuales,
porque cada quien hace con su vida y con su cuerpo lo que más le plazca, y
tengo amigos homosexuales, y me llevo bien con todos aquellos que son parte de
mi profesión o de mi gremio o de mi medio de comunicación, siempre y cuando no
se comporten como las “locas de carroza” de la que hablaba cierto escritor
cubano.
Pero dar
este tipo de noticias como lo más grande del mundo, defender a capa y espada
esta manifestación evidentemente aberrada (porque es una aberración) es
demasiado. No me importa que cada quien tenga la orientación sexual que quiera,
es libre de eso, pero que me lo presenten por los medios de comunicación masiva
como lo más natural del mundo. También es demasiado y es innatural, el que lo
quieran hacer natural es lo más absurdo del mundo, porque la naturaleza, la más
sabia al fin, creó al hombre y a la mujer, nada más.
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