John Lennon

Si la vida, o la muerte, no le hubieran jugado una mala pasada a través de Mark David Chapman, John Winston Lennon, cumpliría hoy 73 años y nadie puede imaginar hasta dónde hubiese llegado en la música, como genio al fin, porque su prematura muerte con solo 40 años, privó al mundo de uno de los músicos pop más brillantes de todos los tiempos.

Rebelde de nacimiento, amante de la paz y las causas justas, Lennon no pudo cumplir muchos de sus sueños, y sus ansias de hacer y vivir en un mundo mejor quedaron como flotando a las puertas del edificio Dakota, de New York, donde Chapman lo esperó y le disparó cinco veces por la espalda, aquella fatídica noche del 8 de diciembre de 1980, en un crimen que muchos piensan fue fabricado.

Nadie puede imaginar cuánto hubiera aportado a la música y a las actividades contra la guerra y por los derechos civiles, aun con el riesgo de ser deportado de los Estados Unidos, como lo intentó una vez el presidente Nixon, porque era un hombre de ideas progresistas, por lo que el FBI tenía más de 500 páginas sobre él y sus actividades.

A lo largo de su carrera, Lennon tocó distintos instrumentos, incluyendo la percusión y la flauta, y las letras de sus canciones lindaban con la poesía.

Con su asesinato se le privó de muchos planes que lo mantendrían hoy en la preferencia de la música Pop mundial, porque él junto a Los Beatles, revolucionó la forma de tocar y de expresarse, al extremo de que nadie ha podido superar al cuarteto de Liverpool, del cual era el líder.

Por eso hoy, las personas de buena voluntad, amantes de la paz y la justicia, de un mundo en el que no haya nada por lo que matar o morir, de los soñadores como él, alzan la copa, la más humilde copa, para brindar por John Lennon, con solo el cielo por arriba.