Anand y Carlsen, en plena batalla. (Foto: A. Karlovich) |
El
genio noruego ya casi es campeón.
Con solo unas tablas en la décima
partida de mañana viernes la corona del ajedrez mundial se acomodará en
su pelo rubio para reinar nadie sabe por cuántos años, con esa fuerza
extraordinaria de juego que lo hace un fuera de serie, inalcanzable para
los pobres mortales que lo rodean entre los 64 escaques.
Hoy, nuevamente Magnus Carlsen ha destrozado las aspiraciones del indio Viswanathan Anand,
el llamado Tigre de Madrás, de retener su corona por cuarta vez de
forma consecutiva, y con piezas negras aceptó el empuje del campeón,
quien mostró un excelente y dinámico juego en busca de la victoria, pero
en el momento culminante de la partida cometió un error que el niño de
solo 22 años no perdonó y después de realizar una maniobra brillante lo
llevó a que se rindiera en solo 28 lances de una defensa Nimzo-India.
La
ciudad de Chenai, en la India, tierra del campeón, ha sido testigo del
espectacular genio del jovencito escandinavo, quien mañana conducirá las
piezas blancas en busca del medio punto que lo proclame monarca
universal.
Ya nadie piensa en una recuperación de Anand. Nadie ve posible una debacle del retador, quien juega como una máquina y apenas se equivoca, y por el contrario, desarrolla un juego férreo que estremece hasta un hombre con la experiencia del campeón, líder de mil batallas.
Seis puntos tiene Carlsen por 2,5 Anand. La coronación del niño escandinavo es solo cuestión de tiempo, y con blancas, saldrá en la mañana de este viernes a proclamarse campeón y demostrar el porqué es por mucho el mejor del mundo.
Posición final de la novena partida. |
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