Los necios

Los Cinco con Silvio Rodríguez alzando sus voces con El Necio.
(ACN Foto /Roberto Morejón Rodríguez)

El concierto de Silvio Rodríguez en su edición 62 por los barrios de Cuba fue una demostración de amor y necedad.

De amor por el regreso de Los Cinco a casa, después de un injusto encierro que nunca debió ser y que siendo de forma absurda duró demasiado tiempo. Y de necedad porque junto al pueblo de Cuba demostraron que siguen siendo necios, como Silvio, como la inmensa mayoría del pueblo todo, que no se deja doblegar ni por las más difíciles circunstancias.

Inolvidable, fue la palabra exacta de Silvio al finalizar el acto de amor. Y lo es y lo será hasta el fin de los tiempos, porque no recuerdo un hecho similar, en el que los presentes en el concierto y los millones que lo siguieron por la televisión, sintieron el orgullo más allá de su piel, y dejaron escapar alguna lágrima con Adriana y Gerardo con el Dulce abismo, y política aparte, hay que reconocer que Los Cinco son hombres extraordinarios, superiores, aun cuando sean sencillos y humildes como el último cubano de cualquier parte de la Isla.

Nunca antes El Necio fue mejor interpretado por su autor. Nunca antes Silvio se vio tan emocionado, junto a su pueblo y a los hermanos que regresaron, felices, con la risa a borbotones, con el amor a borbotones.

Pasarán los años para que suceda un hecho igual. Pasarán los años para que haya un concierto con tanto amor, admiración y dedicación por todos lados. Y pasarán los años unidos el pueblo y sus Cinco, en busca de un sueño mejor, de una Pequeña serenata diurna que nos siga haciendo felices, con nuestros cantos en un constante rehacer, habitando el tiempo como le cuadra a un hombre despierto y feliz que le pide perdón en este día a los muertos de su felicidad.

Los Cinco. Fotos: Calixto N. Llanes /Juventud Rebelde.