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Fotos: Róger Aguilera |
Esta es la ciudad de Las Tunas, mi ciudad, en tiempos de coronavirus y
pandemias. Mi ciudad bulliciosa que ahora duerme a las 9:00 de la noche de
cualquier día. Está dormida mientras sus hijos habitan en sus casas, lejos de
la bestia, donde no pueda encontrarlos. Y aunque con gente se ve siempre bella,
mi ciudad ahora tiene como un toque de distinción que le da una belleza singular,
en silencio, vacía, dormida. Porque para despertarse nuevamente con las ansias
de la primera vez tiene que descansar y obligar a sus muchachos y muchachas a
mantenerse en casa, hasta que pase el peligro, porque solo ella, mi ciudad, es
inmune al asesino, que morirá, nadie lo dude, pero solo con una ciudad vacía
como ahora está la mía.
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