He recibido con satisfacción un mensaje de mi amigo, el doctor Antonio
Torres, a propósito de mi crónica Cosas del alma. No tengo nada que agregar,
solo los dejo con el mensaje:
Ok, mi amigo Miguelito, ahora terminé de releer por segunda vez la anécdota
que mencionaste prolijamente sobre la emigración mía desde mi Cuba acá a
USA.
Te diré que yo tengo guardado, en mis documentos relevantes de mi vida y
carrera profesional, el fragmento del periódico El 26 de las Tunas, que creo es
del año 2000, aproximadamente. Te diré que un amigo mío me lo tenía guardado,
porque según él y a la vez nosotros toda esa descripción de este médico correspondía
a mi persona.
Primeramente, te doy las gracias por hacer mención a mis características
como médico, que ciertamente fuiste muy acertado porque en mis 30 años de
carrera, no recuerdo haber tenido falla alguna, todo lo contrario, desde el
punto de vista técnico profesional y a la vez socialmente, porque pienso deje
en Las Tunas, o mejor dicho en mi Cuba , parte de mi vida, el resto de mi
familia, mis amigos, mis colegas, y lo más preciado mi Hospital Dr. Ernesto
Guevara, que tuve el orgullo de formar parte del personal administrativo
y docente, que el comandante en jefe Fidel Castro inauguró en los años 1980, si
mal no recuerdo.
Para recordarte algunas cosas, mi sala, de Nefro-Urologia, siempre fue
ejemplo en cuanto a la calidad del personal de la salud, médico,
enfermeros, técnicos etc., la famosa sala H-3, que rápidamente obtuvimos
la acreditación de Sala Modelo, y hasta llegar a ser del Pueblo y Para el
Pueblo.
Esto para mi significó lo más grande dentro de mis éxitos como médico y Jefe
de Servicio de Urología y a la vez Profesor Principal de Urología, dicho sea de
paso formamos 10 especialistas, jóvenes, brillantes, y bien capacitados, todo
formado por mí y por otros especialistas como el Dr. Borges.
Pero Miguel, que lástima no poder decirte tantas cosas buenas que hicimos allá y que dejamos huellas fieles y sinceras. Cuántas operaciones e innovaciones realicé en el Guevara, operaciones que por décadas no se habían hecho en la provincia de Las Tunas, por mencionar algunas no olvido al paciente Waldo, que le realicé una exeresis de toda la vejiga y le hice una derivación de los uréteres al intestino, operación que tienen un alto índice de defunción, y debido a nuestra preocupación y chequeo constantes ese y todos mis pacientes evolucionaron bien, gracias a Dios.
Te agrego algo, por qué no me preguntas la razón por la que vine para USA, si en definitiva yo en Cuba vivía como vivo aquí, es más te digo, mucho mejor allá. Bueno te contestaré tú sabes que yo nunca tuve problemas políticos, por fin me hice médico en la Revolución, del primer grupo de médicos de la Universidad de Oriente, pero además de eso, soy de un origen humilde, de padres muy buenos y muy trabajadores, que me dieron una crianza y una formación sólida.
Pero te digo algo diferente, nunca fui seleccionado militante del PCC,
pienso por mi carácter, que infería eso en que me limitaban mi superación, por
poner un ejemplo, nunca me dieron un curso de Computación, además
lamentablemente creo que la selección de algunos dirigentes del Hospital lastimosamente,
no reunían las mejores características y dialéctica para lidiar con el personal
profesional.
Por último, Miguel, si es verdad, cuando todos llegamos aquí viene la depresión, el tedio, el gorrión, desafortunadamente es así, pero Dios le da fuerza para seguir adelante. Sobre mí condición de ser o qué hice como médico, solo te digo, me queda lo más grande del ser humano como cubano: Ser un médico cubano, que tienen, el mejor prestigio del mundo.
Te abraza.
Dr. Antonio Torres
Por último, Miguel, si es verdad, cuando todos llegamos aquí viene la depresión, el tedio, el gorrión, desafortunadamente es así, pero Dios le da fuerza para seguir adelante. Sobre mí condición de ser o qué hice como médico, solo te digo, me queda lo más grande del ser humano como cubano: Ser un médico cubano, que tienen, el mejor prestigio del mundo.
Te abraza.
Dr. Antonio Torres
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