Por lo
menos hoy, el mundo no se acaba.
Ha llegado
el día esperado por muchos incrédulos, temido por los más creyentes, y el mundo
sigue aquí, con sus altas y bajas, con sus riquezas y sus miserias, con sus
grandes contrastes de derroche y limitaciones, con sus inmensas diferencias
entres los que tienen mucho y los que no tienen nada, en fin, ”patas arriba”,
pero vivo.
Llegó el
día fatal según la opinión de quienes interpretaron a su forma el
Calendario Maya. Y el 21 de diciembre de 2012 está por terminar y no pasa ni va a pasar nada.
Calendario Maya. Y el 21 de diciembre de 2012 está por terminar y no pasa ni va a pasar nada.
Los Mayas,
según estudiosos, no creían en un final súbito de la vida terrestre, sino más
bien en la culminación y comienzo de ciclos. Y hasta algunos de sus líderes
actuales han hecho declaraciones a la prensa, en las que afirman que esta fecha
marca el fin de una época y el comienzo de otra, según sus previsiones y
creencias.
Pero sus
profecías fueron aprovechadas por muchos especuladores para ganar dinero, y las
visitas de turistas aumentaron considerablemente en la
Península de Yucatán –tierra de los Mayas- para tratar de desentrañar el misterio de la infundada afirmación del fin del mundo.
Península de Yucatán –tierra de los Mayas- para tratar de desentrañar el misterio de la infundada afirmación del fin del mundo.
El mundo no
se acaba, por lo menos hoy, aunque esté en crisis, aunque haya hambre,
calamidades, pobreza extrema y riqueza también extrema; desigualdades cada vez
mayores…
Tal parece,
que la destrucción del mundo será un proceso lento si no se actúa a tiempo y
con cordura por los más poderosos y por la voluntad de todos. Porque lo que sí
creo que es seguro, es que la solución a los graves problemas actuales no
vendrá del “más allá”, sino del más acá, donde habitan quienes tienen la
posibilidad real de decidir que el mundo hoy finalice una época convulsa y
comience otra mejor para toda la humanidad.
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