Esto por supuesto no ha sido obra de la casualidad, sino del empeño de artistas como Jesús Vega Faura, Rogelio Ricardo y Alexis Roselló, por solo citar algunos, que han hecho suya le enseñanza de todo cuánto aprendieron en sus aulas y a través de los años supieron trasmitir los conocimientos a las nuevas generaciones.
Calidad, juventud y experiencia han sido características insoslayables de la Enseñanza Artística en la provincia; tesón, empeño y ganas de hacer siempre han ido de la mano de los profesores que dieron y dan lo mejor de si para lograr la formación de nuevos músicos, bailarines, artistas de la plástica, y otros exponentes de las manifestaciones del arte.
La Escuela Vocacional de Arte El Cucalambé por supuesto que ha sido pilar fundamental en este tipo de enseñanza. Ese es un centro formador de artistas que hoy le dan gloria a Las Tunas dentro y fuera del país, y la estatura de la escuela se vuelve paradigmática, porque de su seno emerge el propio arte, parabién de la sociedad.
Tampoco se puede dejar de mencionar la academia profesional de Artes Plásticas, tristemente desaparecida, que fue una de las que más estudiantes tributó en todas las provincias orientales al Instituto Superior de Arte, y cuyo claustro supo sortear las más difíciles condiciones de vida, carencias materiales, escollos e incomprensiones, que fueron dejando a un lado para llevar la enseñanza a no pocos jóvenes con mucho talento, algunos de los cuales hoy son profesores de la Escuela Vocacional El Cucalambé.
Por ello la satisfacción y la alegría de estos 40 años. Por ello la mirada alegre y satisfecha hacia atrás, pero sobre todo, la mirada confiada y segura hacia adelante, porque aun es largo el camino, que se transitará con la certeza de las cuatro décadas transcurridas.
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