La destacada poetisa
y narradora María Liliana Celorrio, es una escritora que sobresale por la
coherencia de un discurso que sin apartarse de la contemporaneidad aborda lo
universal e identitario.
En no pocos de sus
textos asoma un sujeto sufriente y vivo para lograr conmover, a partir del
descubrimiento de paisajes internos y desgarradores, que combina en una misma
historia el mundo de la poesía o la narrativa.
Esta autora siempre
muestra un lenguaje diáfano que crea las coordenadas poéticas y narrativas
necesarias para contar sueños, esperanzas y pérdidas desde el tiempo
resguardado en la memoria, y dice sentirse contenta con su obra, en momentos de
tristeza o de alegría, porque siempre existe un buen día esperando en cualquier
esquina.
Su obra poética,
sobre todo, guarda identidad con las mujeres que han enfrentado muchas barreras
en su vida y sin embrago son capaces de reflexionar y sobreponerse; su vida
amorosa, su natal Puerto Padre, su hijo Julián Marcel, y sujetos que
representan lo más querido, muchos de ellos ausentes de la vida.
María Liliana
Calorrio nació en Vázquez, Puerto Padre, provincia de Las Tunas, y es una de
las poetisas y narradoras más destacadas del país; Premio Nacional Raúl Ferrer
por la Obra de Toda Una Vida de la Biblioteca Nacional José Martí y Premio
Nacional de la Crítica, y entre sus principales libros de poesía y narrativa
figuran Juegos Malabares, La Barredora de Amaneceres, Del amante, Los
Hombres de Pálido, EL Jardín de las mujeres Muertas, Yo, la peor de todas,
Mujeres en la cervecera, El último tango en Paris y Matar
al pájaro sentado.
Por todo ello, es
María Liliana una de las más importantes voces de la literatura cubana actual,
siempre viva, siempre atenta a lo que pasa a su alrededor, para el nacimiento
de una poesía y una prosa especiales, y sobre todo, cautivadoras.
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