La ciudad de Las Tunas, mi ciudad, no es una gran urbe, aunque es de Primer Orden y tiene
más de 150 mil habitantes. Es una ciudad que ha crecido con el paso del tiempo
y se erige como una de las más bonitas del oriente cubano, pero es más bien pequeña
si se compara con otras capitales de provincias de Cuba.
Es esta una ciudad acogedora, sencilla, con edificaciones de estilo ecléctico, porque como fue quemada en tres ocasiones durante las guerras de independencia del siglo XIX casi no queda nada de la colonia española, en la que predominaban los inmuebles al estilo de la Madre Patria.
Por el día, es una ciudad llena de gente, que camina de un lado a otro en busca de comercios o servicios, o sencillamente en el tránsito común de las ciudades, y se siente el bullicio del día, con sus autos y personas que colman la ciudad.
Mas, por la noche, es una ciudad diferente, y todo el bullicio desaparece y se convierte en un lugar tranquilo, acogedor, y su centro histórico incita a sentarse en el mayor parque que lleva el nombre de Vicente García, su hijo más ilustre, para mitigar el calor y conversar con la pareja o con un grupo de amigos, o escuchar a la Banda provincial de conciertos que deleita con su música, o llegarse hasta el Teatro Tunas para ver alguna función o degustar una película, o llegar hasta la Plaza Martiana, o la Plaza Cultural…
Es esta una ciudad acogedora, sencilla, con edificaciones de estilo ecléctico, porque como fue quemada en tres ocasiones durante las guerras de independencia del siglo XIX casi no queda nada de la colonia española, en la que predominaban los inmuebles al estilo de la Madre Patria.
Por el día, es una ciudad llena de gente, que camina de un lado a otro en busca de comercios o servicios, o sencillamente en el tránsito común de las ciudades, y se siente el bullicio del día, con sus autos y personas que colman la ciudad.
Mas, por la noche, es una ciudad diferente, y todo el bullicio desaparece y se convierte en un lugar tranquilo, acogedor, y su centro histórico incita a sentarse en el mayor parque que lleva el nombre de Vicente García, su hijo más ilustre, para mitigar el calor y conversar con la pareja o con un grupo de amigos, o escuchar a la Banda provincial de conciertos que deleita con su música, o llegarse hasta el Teatro Tunas para ver alguna función o degustar una película, o llegar hasta la Plaza Martiana, o la Plaza Cultural…
Es mi
ciudad nocturna una suerte de remanso de paz en el que cada tunero se siente
dichoso de su tierra, de esta ciudad que no por gusto es llamada el Balcón del
Oriente cubano, que te atrapa para siempre entre sus casas y calles tranquilas,
sosegadas, amorosas.
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