Cuando
se habla de las artes plásticas en la provincia de Las Tunas, el nombre de Pedro Escobar emerge
por sí solo y con la fuerza endógena del talento, porque su trabajo y su obra
desde que se graduó de escultura, van dejando una estela de calidad, que se
corona en sus formas tridimensionales a escala urbana.
Pero
no es solo en la escultura que se desarrolla este hombre sencillo, siempre
presto a una idea renovadora, a un concepto que haga pensar al espectador,
porque desde la docencia, su otra gran pasión, ha ayudado a formar a decenas de
jóvenes artistas que hoy comparten con él las formas y los colores, con el
orgullo que emana de quienes se dedican a la enseñanza de los demás, como un
acto de infinito amor.
Pedro
Escobar es recordado de manera sistemática porque sus esculturas siempre están
expuestas por ser, en una buena parte a escala urbana, y quien contempla al
Quijote que resguarda el paseo de la ciudad de Puerto Padre, no puede tener
dudas de que se está ante uno de los grandes de la plástica en Las Tunas.
Es
este un artista que no está quieto en sus ideas creativas, y siempre que
alguien le deja entrever un proyecto en el que puede dar su aporte, allá va su
pasión y su talento para convertir la idea en forma y la forma en arte del
bueno, de ese que perdura hasta el fin de los tiempos.
De
manos prodigiosas en la creación de las formas, Pedro es de los que gusta
enrumbar su trabajo hacia los retos, las metas difíciles y las obras que pueden
llegar a ser emblemáticas, y le fascina el mármol por su fuerza a la que se
debe domeñar, pues cualquier pedazo de su blanca consistencia se interpone ante
el corte del artista, con su empeño en lograr formas bellas y duraderas.
Y
quizás por eso no deja de participar en las bienales de escultura de Las Tunas,
la ciudad que lo acoge como a uno de sus mejores hijos, porque sencillamente
sabe de su mano y su empeño para hacerla más bella, y la escultura siempre se
levanta impetuosa después de un dibujo en el cual se vuelve precisión cada
trazo, cada corte en busca del todo final.
Por
ello no se puede escribir la historia de las artes plásticas de Las Tunas sin
el nombre de Pedro Escobar, pues se lo ha ganado con creces con su obra
creativa, tanto en las formas como en la docencia, en la cual ofrece todo su
conocimiento, porque sabe que ahí también está lo perdurable, eternamente
bello.
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