Hazeem. |
Dicen en mi país (Cuba, por supuesto), que
hijo de gato casa ratones, y traigo a colación este dicho popular para hacer un
símil con Hazeem, el hijo querido de mi hermano Ahmed Velázquez, es decir,
también mi sobrino querido, porque el jovencito es de armas tomar en eso del
manejo del lente, y sin lugar a dudas heredó los genes de su padre, que era un
artista en eso de captar el Instante decisivo, un concepto del fotógrafo
francés Henri Cartier-Bresson.
Porque Ahmed era heredero de las ideas y
los conceptos de Cartier-Bresson, a quien calificaron como el padre de la
fotografía de calle, del Fotoperiodismo, del cual Ahmed también era un maestro,
salvando las distancias y la diferencia de edades.
Pues Hazeem, aquel chiquitín que creció
entre rollos fotográficos y cámaras analógicas primero y digitales después,
entre las inigualables imágenes de su padre, se ha convertido, para bien y para
felicidad de quienes amamos a esa familia, en un astista del lente, en ciernes
claro, que sigue las huellas de su padre.
Alguna vez en nuestro primer encuentro ya
de grande, porque lo dejé de ver de chico unos años después de la muerte de su
padre, me habló del trabajo que hacía en la música y de su pasión por la
fotografía, pero no tenía conciencia de la calidad de sus imágenes hasta que vi
estas que compartió en su muro de FB, y que me han dejado asombrado por el
dominio de la luz, el encuadre, los ángulos y la composición, casi nada, de los
principios de la fotografía.
Por eso se me antoja multiplicar su trabajo
y reconocerlo públicamente desde mi modesta posición familiar y profesional,
pues también lo soy del lente.
Así que enhorabuena, mi sobrino querido. Tu
padre te mira orgulloso y se regocija con tu trabajo.
Hermosas fotografías!
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