Hoy es el
cumpleaños de mi hijo José Alberto, el más pequeño, el estudiante de Medicina. El
tiempo ha volado y hoy es un joven apuesto, responsable, amoroso y de estos
tiempos.
Recuerdo
ahora aquel 26 de julio de 1990. María, la madre, tuvo un parto difícil, porque
pasó más de 24 horas en el salón y creo que fue la última que parió de todas
las que ese día lo hicieron, y fueron muchas.
Como
nosotros ya teníamos a Maikel, queríamos una hembra, y durante los tres
primeros meses nos entusiasmamos con la idea, hasta que le hicieron el
ultrasonido que determinó el sexo.
Y aquel
cambio fue solo la noticia, y enseguida comenzamos a esperar con todo el amor
del mundo al segundo varón, hasta que nació en horas de la noche.
A partir de entonces comenzó de nuevo la batalla que entraña la crianza de un hijo. Jose, a diferencia de Maikel, nació en un momento difícil para el país por la caída del campo socialista y la declaración del llamado Período Especial en tiempo de paz, entiéndase una etapa llena de carencia. Sin embargo, a Jose Alberto nunca le faltó nada para su pleno desarrollo.
A partir de entonces comenzó de nuevo la batalla que entraña la crianza de un hijo. Jose, a diferencia de Maikel, nació en un momento difícil para el país por la caída del campo socialista y la declaración del llamado Período Especial en tiempo de paz, entiéndase una etapa llena de carencia. Sin embargo, a Jose Alberto nunca le faltó nada para su pleno desarrollo.
Así pasó el
tiempo, la etapa del círculo infantil, la enseñanza primaria, la secundaria y
cuando ya estaba en condiciones de decidir qué estudiaría se inclinó por la
Informática, y decidió que optaría por la carrera de técnico de nivel medio en un nuevo
politécnico para después seguir en la Universidad de Ciencias Informática y no
tendría problemas para lograrlo porque tenía un índice académico de 10 en computación
y nueve en Matemática. Pero un mes antes aplicaron un examen de Matemática para
el ingreso y por supuesto ni él ni sus compañeros estaban entrenados para ello
y lo desaprobó.
Por ello
hubo un disgusto, pero hablamos y le dije la posibilidad de que estudiara
Informática en la Universidad de Las Tunas y se fue al preuniversitario con esa
idea. Sin embargo un día ya en el duodécimo grado me dijo que estudiaría
Medicina y se preparó para los exámenes de ingreso a la Educación Superior, que
en su caso eran Biología e Historia, los cuales aprobó con excelentes notas, y
ya está en cuarto año de la carrera.
Hoy ha sido
un día muy agitado en la casa, primero almorzaron con nosotros Mayuli y Joel, dos amigos
oftalmólogos que viven en La Habana y están por acá de vacaciones, y después
llegaron otros amigos, como Luis Enrique, casi un hermano porque crecieron
juntos, los mellizos, que llegaron con sus guitarras para darle una serenata…
El tiempo
vuela y ha pasado, y ya aquel muchachito creció y vive con plenitud su vida de
joven de los tiempos de Cuba, y ahorita será médico y entonces comenzará una
nueva etapa en su vida. Nada, que la vida es un soplo, pero cómo se disfruta,
aun cuando siempre existan momentos de tristeza y dolor, porque en realidad la
vida es eso.
0 comentarios:
Publicar un comentario