domingo, 31 de mayo de 2015

Comencé a fumar cuando era un jovencito de unos 22 años, después de egresar de la escuela poligráfica provincial Félix Bravo Hernández, de la ciudad de Santiago de Cuba, e iniciar mi vida laboral en la docencia, como profesor de secundaria básica.

Recuerdo que fue como un acuerdo de algunos de los profesores de entonces, para vernos más hombres delante de las muchachas, a quienes no le desagradaba, y porque según nosotros, el cigarro nos daba cierto toque de distinción.

Antes no lo había intentado, ni cuando estudiaba en Las Tunas ni cuando estaba becado en Santiago, porque en mi casa había una educación recta, y aunque mi padre fumaba tabacos, Dios nos librara de imitarlo, y muchas veces, cuando yo llegaba de la calle, mi madre me olía la boca en busca de un signo que me delatara.

Por aquel entonces, como ahora, yo me cuidaba mucho los dientes, porque consideraba –y aún considero- que era uno de mis grandes atractivos, y como la nicotina mancha la dentadura, yo siempre decía que al primer signo de mancha dejaba el cigarro.

Y así pasó el tiempo y aquel hábito se arraigaba en mi, que siempre tenía la pretensión de abandonarlo, lo que se convirtió en una de mis grandes metas, y en una ocasión lo dejé y volví sobre él por la falta de voluntad, y entonces, cuando nació Maikel, mi primer hijo, su mamá María me peleaba cada vez que lo tocaba porque en verdad dejaba en el niño toda el mal olor de la nicotina y aquello se convirtió en la gran razón para dejar aquel hábito nocivo y al que hasta llegué a odiar.

Tres meses después de nacido Maikel dejé el cigarro y para siempre, aunque confieso que después de un año tenía que alejarme de los fumadores porque me entraban deseos de echar un humo cada vez que olía aquel olor, pero la decisión y la voluntad se impusieron para siempre.

Hoy, hace 34 años que no fumo, y ninguno de mis hijos tampoco, porque no han tenido ese ejemplo negativo, además de que en mi casa nadie puede fumar.

Por ello, es importante que nadie se inicie en ese camino, fatal por demás, y si alguna vez lo hizo, pues ponga su voluntad a prueba, porque siempre hay tiempo para alejarse de tan nociva práctica.



La Plaza Martiana es una obra monumental del arquitecto Domingo Alás Rosell, y está ubicada en el centro histórico de la ciudad de Las Tunas, capital de la provincia de igual nombre.

Este es un proyecto de arquitectura solar conmemorativa y ambiental en el que la Astronomía se mezcla con la historia. Surge después de un profundo estudio histórico, astronómico y arquitectónico y sus principales protagonistas son el Héroe Nacional de Cuba, José Martí, representado por una escultura de Rita Longa, y el Sol.

Fue inaugurada el 25 de Marzo de 1995, en ocasión de conmemorarse el Centenario de la firma del Manifiesto de Montecristi, y constituye una de las instituciones de mayor connotación en el territorio, no solo por el caudal de información que atesora sobre el llamado Apóstol de la independencia de Cuba, sino por los valores culturales que forman parte de la misma.

El monumento de Martí y el reloj solar son elementos únicos dentro y fuera del país. Como principio, el reloj está basado en el movimiento de las sombras, y la luz va iluminando el calendario solar para las fechas históricas específicas, tales como el natalicio y muerte del Maestro. Además, cada 19 de Mayo, aproximadamente a las 2:00 de la tarde, hora de su muerte, se proyecta un cono de luz sobre la mascarilla de bronce de Martí concebida por la escultora Rita Longa.

La Plaza martiana se distingue por tres componentes esenciales: un reflector solar convertivo, un calendario y un reloj solar de siete metros y 20 centímetros de diámetro, que orientado en la dirección norte-sur geográfica, paralelo al eje de rotación de la Tierra, define la hora con precisión cada cinco minutos exactamente.

Este bello espacio está compuesto por otros símbolos arquitectónicos actuales plasmados en un mural, y un monumento en el lugar exacto donde cayó en combate, en esta ciudad de Las Tunas Ángel de la Guardia Bello, único testigo presencial de la caída del Héroe Nacional de Cuba, en Dos Ríos, en 1895.

El conjunto monumental es escenario para los principales actos, condecoraciones y matutinos por parte de muchas organizaciones, centros de estudio y de trabajo en la provincia.

Entre las actividades que se desarrollan están el concierto vigilia el día 27 de enero de cada año esperando el 28 de enero, natalicio del Héroe Nacional, consultas técnicas a estudiantes y estudiosos de la vida y obra de José Martí, realización de charlas, matutinos, conferencias sobre el apóstol entre otras efemérides importantes de interés para el público.


El pertenecer a la familia Ochoa, una gloria de la música en la provincia de LasTunas, es como se dice, un arma de doble filo para Alexander Ochoa, uno de los hijos de El Feo, porque es un orgullo pero sobre todo un compromiso con el público que cada vez pide más y más de él y su grupo Caisimú.

Desde pequeño, Ochoita, como siempre le han llamado para diferenciarlo de su padre, se pasaba largas horas atento a lo que tocaba su familia, y entre melodías y acorde creció y aprendió los secretos de varios instrumentos,  tanto de los conocimientos adquiridos de su familia como de la academia, hasta que se hizo músico de los buenos.

Ya de grande, llegó a la orquesta Caisimú, que fundó su padre, quien le entregó la dirección del grupo y comenzó a experimentar y a poner en práctica todo lo que tenía en mente y quería lograr.

Así, ha ido conformando un repertorio respetable, una sonoridad respetable, y una carrera brillante, y hoy no se ve fuera de su orquesta, aunque no deja de cumplir sus responsabilidades como funcionario de la Empresa de la música y los espectáculos Barbarito Diez, de Las Tunas, y en la docencia, que siempre lo ha acompañado.

Ochoita es un músico de academia que trabaja a partir de la academia, y aunque confía en su oído y en su instinto, la teoría siempre está presente, y lo que es siempre es, sin lugar a dudas, porque las improvisaciones casi nunca dan resultados, y cuando lo dan es a media.

Como descendiente de la emblemática Familia Ochoa, él es una prolongación de su abuelo y de su padre, pero sus hijos siguen su camino, y así será, según él, por los siglos de los siglos, porque su familia, junto a los Márquez, han creado un sello distintivo de la música en Las Tunas, donde casi siempre, en los buenos grupos y buenos proyectos, cuando no hay un representante de una de esas familias lo hay de la otra, parabién de la cultura en esta provincia.


sábado, 30 de mayo de 2015

Cuando se habla del teatro y la literatura en Las Tunas, el nombre de Juan José Rodríguez Morell emerge limpiamente hacia la cima de esas dos manifestaciones en la provincia, porque su impronta marca una época en la que las simientes se regaban cual jardín de ideas no solo para el presente, sino para el futuro.

Por eso hoy, 44 años después de la fundación del Teatro guiñol Los Zahoríes por el empeño de Juan José y otros intelectuales, hay que reconocer que su talento, tesón y perseverancia, fueron decisivos para que una vez formado el grupo, se convirtiera a través del tiempo en una institución para las tablas infantiles de todo el país, y durante más de 35 años Juan José se mantuvo ofreciendo lo mejor de sí parabién del público más pequeño.

Igual pasa con la literatura, mayormente infantil, en la que no solo clasifica la poesía, la novela y el cuento, sino las obras de teatro que él mismo ponía en escena, como un dueto que cada día lo provocaba y lo retaba para que los niños fueran más felices en cada presentación.

Ahora Juan José ya está jubilado, aunque quizás trabaje más que nunca, porque en su casa, es un incansable escritor, en una carrera contra el tiempo que le impone sus barreras, las cuales, no obstante son incapaces de frenar sus ansias y su necesidad de expresarse constantemente para siempre ser él mismo.

Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba este prolífico escritor y dramaturgo se levanta cada día con la idea que va a llevar al papel y goza con cada personaje, cada acto, cada escena, en la que los vericuetos de la trama se entrelazan en sus revesados hilos que llevan irremediablemente al nudo y al desenlace.

Es una suerte para la cultura en Las Tunas el contar con un intelectual de la talla de Juan José Rodríguez Morell, que ha hecho de su profesión un sacerdocio para hacer felices a los demás.




viernes, 29 de mayo de 2015

El día que Rogelio Ricardo llegó a Las Tunas procedente de su natal Holguín, la ciudad se sonrojó de orgullo, porque enseguida descubrió a un hijo que llegaba, cual emisario que ayudaría a enrumbar los destinos de las artes plásticas del territorio, que aunque tenía algunos buenos exponentes, le faltaba líderes para encauzar el asunto.

Entonces conoció a Rafael Ferrero y Armando Hechavarría, talentosos jóvenes pero un poco mayores que él, que llegaba sin barba y con su pelo negro en la adolescencia de sus años acabado de egresar de la academia de artes plásticas, y se dedicó además de la creación artística a la enseñanza de las artes plásticas, por lo que fue decisiva su labor desde el primer momento.

Después, con el tiempo, Rogelio ratificó su condición de hijo ilustre de Las Tunas, y comenzó a crecer junto a su ciudad, que poco a poco se fue convirtiendo en la Capital de la escultura cubana, por el empuje de un grupo de jóvenes que se arrimaron a la consagrada Rita Longa, para llevar el arte bidimensional y tridimensional hasta sus últimas consecuencias.

Hoy Rogelio es una de las personalidades más queridas de Las Tunas, porque aquí no sólo ha echado su vida y su obra, sino que ha fomentado todos los empeños para que esta ciudad avance hacia el desarrollo y no solo del arte, sino en todos los sectores del saber humano.

Siempre que anda por las calles, Rogelio recibe el cariño de su pueblo, y retribuye ese amor con creces, porque todos lo paran, conversan, lo admiran, le preguntan, y él, con su paso aparentemente cansado, barba a lo medieval y su sabichosa forma de ver la vida, disfruta de su ciudad y su gente, y enrumba hacia cualquier lugar para vivir plenamente cada momento, cada detalle.´

El carisma de Rogelio Ricardo va más allá de la inmensidad de un artista de la plástica, y embruja con su pensamiento, su diálogo y su forma de reírse de sus ocurrencias, y en cada reunión de colegas le buscan la lengua que casi siempre va a parar a la diana que constituye Chucho Vega Faura, su más grande amigo, de quien habla e inventa cosas, porque para él, Chucho es una de las personas más extraordinarias que existen, y con su peculiar forma de dar cariño, lo tiene siempre presente.

En materia artística Rogelio es de los buenos, de los imprescindibles, y su obras se esparcen por la ciudad, y sus cuadros ocupan colecciones institucionales y personales no solo en Cuba, porque sus conceptos figurativos están hecho para hacer felices a los demás.

Por eso es que hay que querer irremediablemente a Rogelio Ricardo, por su obra y por su vida, por su carisma y sus atributos personales, que lo reconocen hoy como uno de los mejores hijos de esta ciudad, a la cual una vez llegó y de la cual nunca más pudo despegarse, ni siquiera cuando viaja a Paris, porque a Las Tunas no la cambia ni por la Ciudad Luz.


domingo, 17 de mayo de 2015

Teatro Tuyo, de la provincia de Las Tunas, continúa con su espiral de triunfos y acaba de regresar de  Venezuela, donde participó en el Festival Internacional de Teatro de Occidente.

Pero no fue esta una invitación casual ni intrascendente. Es por el contrario, una muestra más de la necesidad de algunos organizadores de contar con el grupo de la provincia de Las Tunas que comanda Ernesto Parra, que está permeado por la calidad de sus actuaciones y de sus puestas en escena, que siempre dejan un sabor imperecedero en los amantes de la tablas.

Tres funciones de la emblemática obra Gris fueron suficientes para echarse al público en el bolsillo de los personajes de esa obra, o de los actores que muestran cómo el clown es una vía eficaz no solo para hacer reír, sino, y sobre todo, para hacer reflexionar a las personas en este convulso mundo.

En Venezuela, los integrantes Teatro Tuyo también expusieron sus razones histriónicas y de contadores de pasajes de la vida o de muchas vidas en los espacios teóricos del evento.

Ya una vez el grupo actuó en Venezuela, donde la acogida fue extraordinaria por los barrios de la patria de Hugo Chávez, y durante seis meses compartieron con niños y adultos de la hermana nación, como parte de la Misión Cultura Corazón Adentro.

Este nuevo empeño para el grupo que sin dudas constituye el Festival, al igual que cualquier escenario en el que participe, potencia el desarrollo del arte de las tablas en una región con una rica tradición escénica, según palabras de Ernesto Parra, porque no solo acuden relevantes compañías de Venezuela, sino porque también van agrupaciones de toda Sudamérica, para hacer un evento extraordinario de puestas en escena y de desarrollo teórico.

Siempre con el Minimalismo a cuestas, los integrantes de Teatro Tuyo fueron a Venezuela y mostraron sus enseñanzas por el cuidado del medio ambiente, y desde su depurada y reconocida estética, el grupo enseñó a través de su lenguaje universal las potencialidades de la extraverbalidad.

Teatro Tuyo ya tiene 15 años, y en tan poco tiempo ha sido galardonado con premios importantes dentro de una nación rica en grupos de teatro, y el Premio de la Crítica Villanueva en 2012, es una carta de presentación donde quiera que se presente, porque a fin de cuentas este puñado de jóvenes son de los más prestigiosos del clown en Cuba.


domingo, 10 de mayo de 2015

No pensaba escribir hoy de las madres, porque la mía está triste y ha pasado un día difícil.

Y no es para menos, mi hermanita más pequeña, madre también, dejó de existir hace solo siete meses, y mami todos los días la añora más, pero un día como hoy es mucho más difícil.

Estuve toda la mañana con ella, en su casa, junto a su pequeño nieto Daikel, que en la inocencia de sus 10 años no sabe a ciencia cierta qué pasó con su mamá, y hoy estaba molesto, incómodo, aunque no diga nada, lo que también afecta a mi mamá.

Pero la hice reír un poco, bromeamos ella, mi hermana y yo, hicimos chistes, y por lo menos pasó un rato despejada de tanta angustia.

Por suerte todavía la tengo a ella, pero me falta mi hermana por primera vez. Y eso duele, como sé que le duele a todos aquellos cuyas progenitoras no están con ellos.

No obstante, hoy ha sido un día lindo, dedicado a quienes nos dieron la vida, porque estén donde estén, siempre andan con nosotros.
José Enrique Valdés Cano es un joven que toca el cielo con sus manos, cada vez que le da vida a una escultura que nace para perdurar en el tiempo.

Y es más grande su quehacer en las formas tridimensionales del arte, porque vive en Chaparra, poblado cabecera del municipio de Jesús Menéndez, al norte de Las Tunas, alejado de los centros de desarrollo de las artes plásticas, y su formación académica y autodidacta es producto no solo del talento innato con el que nació, sino, y sobre todo, de su empeño, oficio y perseverancia para crear su obra.

Este artista de la plástica ni siquiera tiene un taller, ni siquiera un espacio más o menos propicio, y en la pequeña sala de su pequeño apartamento, tiene dibujos, bocetos, maderas, sierras, trinchas y martillos, que suenan enloquecedoramente en busca del proyecto final.

Valdés Cano acaricia la madera para crear formar increíbles, lo cual hace después de pensar en los conceptos que se propone, a partir de las sugerencias para el público, que deleita su mirada y su espíritu ante propuestas cada vez más enriquecedoras.

José Enrique tiene una formación peculiar, desde su posición de hijo único, alejado del bullicio, de los malos ojos, de las opiniones insidiosas, porque para él la soledad tiene un precio, que toma forma cuando pasa horas mirando por la ventana del balcón de su casa en busca de la idea que lo haga feliz no solo a él, sino a los demás.

Decir que este joven es el mejor escultor que tiene Las Tunas en este momento quizás sea un poco pretensioso y seguramente que él será el primero en estar en desacuerdo. Pero ese criterio no está nada lejos de la verdad, y no porque sus condiciones como artista sean superiores a las de los demás, sino porque en cada propuesta hay algo novedoso, porque no se repite, porque no explica, sugiere, porque sus obras sobresalen desde el concepto hasta la hechura, la terminación exquisita y la solidez del mensaje.

De ahí que muchos de los entendidos lo consideren único en estos momentos entre sus colegas, y eso ya es bastante y hace pensar que de ahí a la verdad hay un pequeño trecho, porque José Enrique Valdés Cano supera todos los pronósticos, todas las barreras, todas las pretensiones de la plástica tunera, y eso es más que suficiente.





sábado, 9 de mayo de 2015

La vida y la obra de Liusan Cabrera se torna imprescindible en el desarrollo de las artes plásticas de la provincia de Las Tunas.

Joven inquieto, lleno de talento y una naturalidad asombrosa para encarnar temas polémicos como el mismo arte, en sus pinturas se nota ese toque de distinción que a través del pincel, la espátula o el lápiz, expresa sus sentimientos para un público que lo puede comprender o no, pero que busca en su obra lo que pueda hacer feliz a los demás.

Liusan lleva 15 años pintando, 15 largos años egresado de la Academia profesional de Artes Plásticas, con una obra que abarca más de 65 exposiciones personales y colectivas, en las que siempre sus cuadros han sido de los más visitados, tanto por los temas como por su forma de interpretar los mensajes para trasmitirlos al público.

Ahora él es uno de los artistas que tratan de llevar adelante el Centro de desarrollo de las Artes visuales, una institución que se ha quedado un poco empantanada por falta de apoyo institucional, y el grupo de artistas que en él trabajan hacen de todo para no quedarse atrás y transitar con acierto el camino escogido, y Liusan es uno de los que marchan a la vanguardia.

Docente por naturaleza, este joven se integra a la enseñanza artística como profesor de Taller de Artes Plásticas en la Escuela de Instructores de Arte Rita Longa y desde esa posición que disfruta enseña todo lo que sabe, y goza cuando ve a sus alumnos progresar en sus empeños y sufre por el cierre de la Academia de Las Tunas, pero no se empobrece su espíritu, y por el contrario busca las formas de aportar sus conocimientos.

Conquistador de un público que lo sigue y lo admira no solo por sus propuestas, sino por su sencillez como persona, Liusan hace que del óleo sobre lienzo emerjan  con coherencia y atractivos sus fábulas y enseñanzas, sus conceptos sobre la vida y la gente, a partir de un insecto, un animal o cualquier otra figura que puede semejar a los humanos, como símbolos que evocan sus preceptos en busca de lo universal, lo particular y la esencia de lo que quiere expresar.

Las percepciones de Liusan con claras para el público, que puede interpretar el mensaje de diferentes maneras, pero casi siempre muy cerca de la línea verdadera de su mundo y el mundo de los demás, y de ahí su éxito entre pinceles y lienzos, espátulas y óleos en blanco, que van ocupando sus formas espaciales a partir de un Minimalismo impactante, en el que los colores, pocos siempre, dejan escuchar su canto para acercarse a la felicidad del artista y sus espectadores.



miércoles, 6 de mayo de 2015

Foto: Ángel Espinosa.
Después de pasar tanta sed, la oriental ciudad de Las Tunas acaba de sufrir una tormenta local severa con fuertes vientos, granizos e intensas lluvias.

Según datos aportados por la estación meteorológica de la ciudad, las rachas de viento superaron los 79 kilómetros por hora y los vientos sostenidos fueron de 37 kilómetros por hora, y en 37 minutos cayeron 43 milímetros de lluvia.

Todo parecía indicar que iba a ser el segundo aguacero de este año, pero al filo de las 5:00 de la tarde comenzó la fuerte lluvia, con tormentas eléctricas, y minutos después los vientos comenzaron a derribar árboles y las precipitaciones inundaron viviendas, calles y avenidas, que sentían el impacto de los granizos y varios lugares sufrieron el corte del servicio eléctrico.

Como siempre, las fuerzas de la Defensa Civil y los cuerpos de bomberos llegaron con urgencia a las zonas afectadas, para controlar la situación y evacuar a algunos vecinos.

Los tuneros esperaban con ansias las lluvias después de una intensa y prolongada sequía, solo que esta vez fueron superadas todas las expectativas y ahora se valoran los daños ocasionados por el fenómeno meteorológico.

viernes, 1 de mayo de 2015

Los periodistas siempre andan detrás de la noticia. ´

En cualquier evento o acontecimiento están ahí, donde está lo que da trigo para los medios de comunicación masiva-

Las Tunas, como Cuba toda, está llena de buenos periodistas, y un grupo de ellos estuvo de fiesta detrás de la noticia durante el Primero de Mayo, en la Plaza de la Revolución Mayor General Vicente García González, de la capital de este territorio.












Cuando en muchos países el Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, es motivo de lucha por los derechos de la clase obrera, en Cuba es motivo de alegría para el pueblo, que disfruta de la fiesta en cada lugar de la Isla.

Este día, los trabajadores, estudiantes y sus familiares se visten con las ropas más vistosas, con los colores de la bandera, y salen a la calle a desafiar el fuerte sol de la mañana, la tarde y algunos hasta la noche.

En Las Tunas, provincia a unos 700 kilómetros al este de La Habana, como en el resto del país, el pueblo se vuelca hacia las plazas, y hoy los dejo con una muestra gráfica de un detalle de lo ocurrido en la Plaza de la Revolución Mayor General Vicente García González.












Desde mi orilla

Este es mi espacio personal para el diálogo con personas de buena voluntad de todo el mundo. No soy dueño de la verdad, sino defensor de ella. Vivo en un país libre y siento orgullo de ser cubano.

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