miércoles, 29 de mayo de 2013



Este mundo anda con las patas arriba, al decir de Eduardo Galeano, no solo por las guerras y otras desgracias, sino, además, por lo que mucha gente quiere imponer alzando la bandera de la lucha contra la tan llevada y traída homofobia.

Hoy he visto por Telesur, a todo bombo y platillo, el primer matrimonio gay de Francia, con boda filmada y todo, con beso boca a boca y todo, y con muchos de los mensajes en la red social twitter como aquel que lloró de emoción, o alguien que no pudo soportar tanta delicadeza y se le cortó el aliento, o alguien que se sintió el más feliz de los mortales por aquel hecho…, en fin, lágrimas, emociones, risas, felicidad ante un hecho tan sublime y bello.

Y yo, que también soy un simple mortal y que también tengo sentimientos, no entiendo cómo es que tanta gente y los grandes medios de comunicación quieren presentar estas cosas como lo más natural del mundo, y fíjense que no digo normal, que es otra cosa, sino natural. Entonces, ¿será natural que contraigan matrimonio dos personas del mismo sexo?

Para los creyentes, y para los que tienen dos dedos de frente, claro, Dios creó al hombre y a la mujer para que procrearan y se desarrollara la vida en la Tierra. A partir de esto todo lo demás no es natural, o para decirlo mejor, es innatural, sencillamente porque va contra la naturaleza biológica del ser humano, en este caso. Es decir, se es hombre o mujer, biológicamente hablando, lo otro, lo que tiene que ver con la orientación sexual y todas esas cosas es un trastorno de personalidad, o para decirlo mejor, es un trastorno de la conducta.

Y no solo de matrimonio se trata, porque lo más doloroso y peligroso para nuestra propia especie es que estas personas podrán adoptar hijos, y entonces, ¿quién será mamá, y quién será papá, como lo más natural? ¿Cuáles son los patrones que el niño o la niña tomarán para su formación? Pero, ¿he dicho formación? ¿A qué formación me refiero, porque sencillamente ese niño o esa niña será una cosa, algo amorfo en materia formativa, alguien perdido(a) por no tener una formación correcta como Dios manda, como se dice por mi tierra, o acaso alguien puede defender que eso es correcto. ¿Se dan cuenta de que no es natural?

Yo, lo juro por Dios, como también se dice por acá, no tengo nada contra los homosexuales, porque cada quien hace con su vida y con su cuerpo lo que más le plazca, y tengo amigos homosexuales, y me llevo bien con todos aquellos que son parte de mi profesión o de mi gremio o de mi medio de comunicación, siempre y cuando no se comporten como las “locas de carroza” de la que hablaba cierto escritor cubano.

Pero dar este tipo de noticias como lo más grande del mundo, defender a capa y espada esta manifestación evidentemente aberrada (porque es una aberración) es demasiado. No me importa que cada quien tenga la orientación sexual que quiera, es libre de eso, pero que me lo presenten por los medios de comunicación masiva como lo más natural del mundo. También es demasiado y es innatural, el que lo quieran hacer natural es lo más absurdo del mundo, porque la naturaleza, la más sabia al fin, creó al hombre y a la mujer, nada más.



  

viernes, 24 de mayo de 2013



Las Tunas vuelve a convertirse en la capital del cine debate en Cuba, con el desarrollo de la XX edición del Festival de Apreciación Cinematográfica Cinemazul, que en esta ocasión está dedicado a los cortometrajes de ficción de Latinoamérica.

La bella Sala Titón, sede de la Cinemateca de Cuba en Las Tunas, recibe a destacados cine clubistas que cada año ayudan a fomentar la cultura del debate en el público amante del Séptimo arte, quienes optan por el Premio Ola, máximo galardón que otorga el evento para quien realice el mejor debate a partir de sus conocimientos y la comunicación con el auditorio.

Los debates también llegan a comunidades, escuelas, centros de trabajo y a los más de 20 videos clubes juveniles y salas de televisión de la oriental provincia de Las Tunas, en lo que es calificado como un esperado acontecimiento de todos los que de una forma o de otra aman al cine y su desarrollo.

Un segmento infantil muy esperado por los pequeños lo constituye la Matinée Infantil Los mil Elpidios, que a partir de estrenos de las más recientes producciones cubanas de dibujos animados,  desarrolla talleres para que los niños reciban nociones de apreciación cinematográfica.

La proyección del corto de animación 20 años, de Bárbaro Joel Ortiz, inauguró esta vigésima edición de Cinemazul 2013, y muchos de los presentes calificaron de brillante el desarrollo de la apertura, a partir de la presentación de la obra audiovisual por parte de  Juan Ruiz, realizador de los Estudios de Animación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos.

Con motivo de sus 20 años de fundado, el Festival Cinemazul presenta en esta edición un panel sobre los aportes del evento al movimiento de cineclubes del país y una conferencia basada en este tema, ofrecida por el profesor José Rojas Bez, investigador del audiovisual. 

Fundado en 1994, Cinemazul está diseñado para competir a partir de la presentación y el análisis de películas, en la crítica y la investigación, y se premia a quien mejor conduzca el debate ante el público amante del Séptimo Arte.


lunes, 13 de mayo de 2013



Antonio Morales, junto a su esposa Gisela, y sus dos lindos hijos.
No recuerdo exactamente cuándo conocí a Antonio Morales Arteaga, creo que fue a inicios de los 80 del pasado siglo, cuando comenzó a trabajar como diseñador en el entonces diario 26, de la oriental provincia de Las Tunas, medio en el que yo laboraba como fotorreportero, creo, porque después pasé al equipo de redactores-reporteros. Pero bien, eso es lo menos importante.

Lo trascendente es que Ñico y yo enseguida nos hicimos amigos, porque había una empatía tremenda entre nosotros, y ambos teníamos muchas cosas en común: nos gustaba la música, la literatura, el arte, la escultura, el Periodismo, la fotografía, y nos sentíamos felices cuando nos dábamos unos tragos en un círculo de amigos del propio periódico, y entonces él se entonaba y comenzaba a cantar aquellos bellos tangos de Gardel, y nos daban las tantas en aquel goce de la juventud medio loca.

Y así pasó el tiempo, y me hice amigo de sus hermanos, y conocí a sus padres en aquella acogedora finquita de San Agustín de Aguará, en Holguín, donde los plátanos machos crecían frondosos, y siempre hubo una gran admiración de ambas partes, y no fueron pocas las discusiones que nos buscábamos uno en defensa del otro pues por nuestra propia inmadurez a veces podíamos ser criticados por una determinada indisciplina, dentro del seno de la Juventud Comunista, en la cual creo militábamos por entonces.

Ya después, Ñico dejó de trabajar en el periódico y se dedicó a la escultura, porque en verdad tenía unas manos prodigiosas para esa que clasifica como una de las bellas artes, y nos veíamos poco, pero siempre nos acordábamos uno del otro y nos saludábamos por terceras personas allegadas a uno o a otro, hasta que un día supe que se iba a vivir a los Estados Unidos, a probar suerte, según creo me dijo, y no abundamos mucho en sus razones porque era su decisión, pero en el fondo yo sabía que se iba por una de sus aventuras locas, o vaya usted a saber.

Lo que sé a ciencia cierta es que Ñico era revolucionario por naturaleza, aunque podía discrepar de algo de lo que pasaba en nuestro país desde el punto de vista económico, pero amante de su tierra sé que lo era aun cuando decidiera vivir fuera de Cuba.

Ya después de vivir en los Estados Unidos, sabía de él por sus hermanos, porque en el fondo nuestra amistad es la misma, y lo volví a encontrar un día cualquiera en facebook, y a cada rato hablamos, pero sobre todo, leo todo cuánto escribe en esa red, y no son pocas las veces que se ha enfrentado a quienes de manera desfachatada arremeten contra Cuba olvidando sus raíces.

Por eso quiero, con su permiso, reproducir algo que un día cualquiera publicó en su muro, en respuesta a uno de esos que sienten un odio visceral por el país que los vio nacer y como muestra de la esencia de su pensamiento, aunque viva fuera de Cuba. He aquí sus palabra, que es decir, su pensamiento:

“Yo hable mal de Fidel Castro, allá en Cuba. Y pensé muy mal del Socialismo, allá en Cuba. Pero cuando llegue al Monstruo y le conocí las entrañas, jamás volví a criticar a mi país, ni a su Revolución. Cuando conocí los enemigos de Castro, cuando vi el odio que le tienen a todos los latinoamericanos, que le dicen indios. Menosprecian a todos los pueblos de América Latina. Solo sienten devoción por las Botas del Tío Sam y viven de la añoranza de una Cuba con Batista.

“Cuando conocí mis compatriotas de Miami, que son seres rabiosos, defensores de lo injusto a voz en cuello... Que sienten necesidad de odiar a diestra y siniestra. Son devotos al odio!!! Los que llegan primero odian al que viene después. Odian al que no nació en la capital del país y unos a otros... Jamás volví ni hablar, ni pensar mal de Fidel!!! 

“Y más cuando vi la farsante democracia de América Latina. Y cómo viven de explotados y olvidados, los países hermanos. QUE NO SON SOCIALISTAS!!! (Sé que muchos se hacen los ciegos y no quieren ver esto. Y como le sienten menosprecio a los latinoamericanos, no les duele que vivan en tan penosas situaciones)”.




domingo, 12 de mayo de 2013

Ahora recuerdo a mi madre rodeada de sus hijos, en las noches de peligro por la cercanía de un ciclón, o por la enfermedad de uno de nosotros. No dormía durante toda la noche, o nos acurrucaba en su seno en señal de protección, para evitar el más mínimo daño a uno de sus críos. 

La recuerdo en el tiempo cuando los cuatro hermanos crecíamos y la llenábamos de preocupaciones por las conductas propias de los adolescentes. Y la recuerdo firme ante mi padre, cuando por una actitud que aunque podría ser criticable, se alzaba en nuestra defensa, porque creía que nuestro progenitor se estaba pasando en sus severos castigos en comparación con la gravedad del hecho.

Y así crecimos, siempre a su sombra, siempre bajo su cobija, hasta que tomamos nuestros propios derroteros por la propia naturaleza de la vida, aunque nunca hemos dejado de ser sus pequeños, aunque estemos casados, o viejos o llenos de hijos.

Y cada segundo domingo de mayo, volvemos a su física cobija, y le dedicamos un poco de más tiempo que el habitual por la prisa de la vida, y la mimamos y recordamos cuánto ha hecho por nosotros y cuánto hace aún, en medio de su sexagenaria existencia, con la fuerza del primer día, cuando cinto en mano nos imponía su voluntad ante alguna falta, para ofrecernos una educación de bien, porque para ella lo más importante era la honradez de cada uno de nosotros, la correcta conducta a través de nuestras vidas.

Por eso hoy, en este segundo domingo de mayo, Día de las Madres, hijos como yo nos sentimos orgullosos de que la vieja aún viva con su salud de hierro, mientras otros, los menos afortunados, compran bellas flores para honrar a sus progenitoras que ya no están físicamente, porque aun en la distancia de su ausencia-presencia, ellas siempre están, acurrucando a sus pequeños, protegiéndolos y guiándolos por el camino del bien.



miércoles, 8 de mayo de 2013



En época de la colonia española, existió en la ciudad de Las Tunas al oriente de Cuba, el Cuartel de caballería, que estaba protegido por una cerca de malla cruzada, bien tupida y una hondísima zanja para dificultar el acceso a la instalación.

El cuartel era de mampostería, con códigos coloniales representados por techos a cuatro aguas, recubiertos por tejas criollas, puntal elevado y una fachada compuesta por vitrales de barrotes lisos y dintel de madera sobre las mismas.

No se ha podido precisar el año exacto de la construcción de este cuartel, aunque se conoce que existió solo hasta 1897, fecha en que la fortificación quedó destruida por las tropas del Mayor General Calixto García durante la toma de la ciudad de Las Tunas.  

Debido a ello se supone que durante las dos primeras décadas del siglo 20 el lugar estuvo en ruinas y desierto, aunque en el Archivo Histórico Provincial hay una foto de una casona con características del Art-decó.

Entre los años 1955 y 1956, se construyó por el gobierno la casa nueva inaugurada por el entonces presidente de la República Fulgencio Batista, que fue durante muchos años el Centro de veteranos de las guerras de independencia, y actualmente esa edificación es la sede de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y el 18 de febrero de 1980 fue declarada como Monumento Local de la provincia de Las Tunas.




viernes, 3 de mayo de 2013



Dicen que su primera pasión fue la pintura, y en los campos de Calderón, allá en la provincia de Holguín, hacía trazos en busca de esperanzas, y con las escasez de sus años, invitaba a los paisajes a sus libretas escolares, que tenían más de dibujos que de las propias asignaturas.

Sin embargo, en la mente de Renael González Batista también había espacio para la improvisación, y dibujaba versos en su mirada llena del verde de los campos, de los animales, de las mujeres que pasaban de largo, de todo cuanto servía para despertar su pícara imaginación de juventud.

Eran tiempos difíciles para él y su familia, porque la Revolución no llegaba para cambiar los campos y devolverles la esperanza a quienes no poseían más que sus virtudes, defectos y muchas ansias de un mundo mejor.

Y así pasó el tiempo, y un día Cuba fue mejor. Y el joven campesino se empinó en su talento y estudió Artes Plásticas y trazó dibujos y colores profesionales, y en su mente –qué mente- la décima cabalgaba endecasílaba para subir montañas y recorrer valles; beber miradas, flechar corazones, que hacían llenar de oxígeno sus pulmones pletóricos de placer.

Hasta que un día cualquiera, Renael llegó a Puerto Padre –su puerto definitivo- y fue empinando su estatura, escribía y escribía, rompía y rompía cuartillas en busca del verso mejor, y nacían Piel de polvo, Sábado solo, Canción de agua, Donde el amor está multiplicado, Ocho sílabas, Sobre la tela del viento

Entonces, como por arte de magia o de pasión, nació Tu mirada, esa décima convertida en himno del amor, cantada, susurrada, imaginada, hasta llevarla a la máxima expresión para enamorar a cualquier muchacha que apaga el mundo cuando cierra sus ojos.

Y pasa y pasa el tiempo, y Renael González camina con él, intempestivo, estremecedor, cautivante, susurrador de versos que traspasan el alma; conductor de una décima que lo ha puesto en los más altos niveles de esa estrofa, para al final, erguirse como lo que siempre ha sido: aquel campesino humilde, bonachón, sencillo y afable, de cuyas manos y mente nacen versos para acariciar el amor.



Desde mi orilla

Este es mi espacio personal para el diálogo con personas de buena voluntad de todo el mundo. No soy dueño de la verdad, sino defensor de ella. Vivo en un país libre y siento orgullo de ser cubano.

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