sábado, 30 de septiembre de 2017

Esta es una estatua humana que encontré en el Parque Nacional El Ávila, en lo más alto de Caracas.

Parecía que no respiraba, inmóvil, aunque sabía que la gente pasaba y se detenía a mirarlo, porque al Monte El Avila, en su parque, miles de personas llegan cada día hasta su cima.


Yo no pude detectar ni siquiera su respiración, por lo tanto era una estatua, solo que de carne y hueso, con una postura y una quietud impresionante.

Esta es solo una de las miles de maravillas de Caracas, esa capital emblemática no solo de Venezuela, sino del mundo.


lunes, 18 de septiembre de 2017

Nunca conocí personalmente a Omayda Alonso, la directora de Radio Reloj, pero desde hace mucho tiempo sé de su vida y de su obra por otros colegas, por el propio medio en que nos desarrollamos.

Por eso me duele su muerte, tan prematura, en la madurez de su carrera, cuando le quedaban tantas cosas por hacer, tanto por aportar a ese medio que minuto a minuto da noticias para mantener informada a la audiencia, al cual le dedicó con brillantez y entrega los últimos 10 años de su vida.

Nada que se escriba cuando alguien muere es suficiente para rendirle tributo, para apaciguar un poco el dolor que ocasiona la muerte a sus familiares y a quienes la rodean. Pero he necesitado escribir estas líneas, sencillas pero como mi pequeño homenaje a un ser humano extraordinario que desde ya deja un gran vacío en todos y en todo.



domingo, 10 de septiembre de 2017

Esta es una imagen de facebook que a mí me da la idea de cómo somos los cubanos (y eso nadie no los puede quitar porque está en la sangre) ante los diferentes momentos de la vida. Cuando la miré a primera vista me ratificó esa convicción y créanme que comencé a asombrarme al leer la mayoría de los comentarios y como no me conformo con haber dado mi opinión en esa red, prefiero personificarlo en mi blog, que es mi espacio personal.

Creo que a algunos se les ha ido la mano y hasta con ofensas. Cada quien tiene el derecho de actuar de la forma que quiera en situaciones determinadas y pueden ser actitudes criticables siempre que haya una razón de peso. Pero en este caso, ¿cuál es el delito? Es una actitud, quizás diferente pero una actitud.

El fotorreportero tilda la situación de «increíble», otra no escribe porque se le puede ir la mano y ofender, otro los tilda de estúpidos, otro que hay que meterlos presos; otro «descaraditis exhibicionista» y hasta una acusación por dinero mal habido; «pérdidas de valores, decadencia, indignación». ¿Será posible?

Solo Ernesto Agustín Vera González es atinado en su opinión porque en verdad así somos los cubanos y todos no podemos actuar mecánicamente, como si fuésemos robot, que por cierto mucho daño le ha hecho a nuestro país.

¿No decía el ilustre Benito Juárez que el respeto al derecho ajeno es la paz? Yo solo me guío por la foto y a mí lo que me parece es gracioso, y si se reflexiona ¿alguien sabe lo que les ha pasado a esos que juegan dominó? A lo mejor tienen más problemas en sus casas por «Irma» que todos los criticones juntos, y han buscado esa vía de escape para aliviar tensiones.

En fin, creo que ofender por ofender sí es una actitud incompatible con las normas de conducta y decencia. Si quieren jugar dominó debajo del aguacero, pues que jueguen, eso a la verdad, a nadie le importa. Y no digo más, para que me critiquen también.


sábado, 9 de septiembre de 2017



Dicen que su nombre proviene del primer habitante que vivió en el lugar: un pirata al que llamaban Juan Claro, de origen español que operaba en la zona. Entonces lo bautizaron como Cayo Juan Claro.

Como era un lugar convertido en un puerto para exportar el azúcar que se producía en el entonces central Delicias, se construyó un pedraplén que enlazaba por el mar a la tierra firme con el cayo, por donde pasaba el ferrocarril.

El cayo está ubicado en la parte norte del municipio de Puerto Padre, en la provincia de Las Tunas, y las primeras familias asentadas en la comunidad fueron trabajadores provenientes de Cascarero, en Chaparra, cuando se construye la vía férrea y el puerto.

Cuentan que en esa comunidad existían dos barrios que competían entre ellos: el barrio de la Cubereta y el barrio de Los Chopos, los cuales realizaban diferentes actividades culturales y recreativas como juegos de dominó, verbenas, donde se hacían danzas, teatros, declamaciones, diferentes juegos deportivos como el palo encebado, el barril en el agua, competencias de natación y de pesca.

Con el triunfo de la Revolución cubana se nombró Puerto Carúpano y en la actualidad cuenta con comunicación terrestre, con el circuito norte Delicias por un terraplén construido en el año 1960, el primero construido en el país para facilitar el transporte y la comunicación para el puerto mercantil, por donde se exportan los productos derivados del complejo azucarero Antonio Guiteras, de la localidad de Delicias. 

La principal tradición cultural de la comunidad es la pesca deportiva y entre las tradiciones artesanales están la costura, el bordado y el tejido.

El Cayo Juan Claro es un lugar emblemático del territorio que ocupa el municipio de Puerto Padre, y sus habitantes se enorgullecen por su hospitalidad y por ser hombres y mujeres del mar, eterno acompañante de sus alegrías y tristezas.





Deja que vivan en ti
la intensidad de ese amor 
de altas pasiones 
que tus luces apaguen las sombras
de cada caricia lujuriosa
enredada en la estatura de tu simiente
brotando rauda de tu aurora.
Deja que vivan en ti
las posiciones complicadas de la tarde
junto a tu silueta dibujada
en el vientre que te quema
cuando tus quejidos 
abren todos los ríos
y levantan todos los puentes 
para el único en tu vida.
Deja que vivan en ti
la madrugada que nunca fue
la distancia que borró los recuerdos
el ansia de los hijos imaginados.
Mas, sobre todo, 
deja que vivan en ti
ese amor que te hizo inmensa
y la prisa de cada entrega
enrumbada hacia el tiempo
para que no llores mañana.

sábado, 29 de julio de 2017

Los escudos, como las banderas, están conformados por elementos
que resultan símbolos históricos y sociales, y constituyen una
manera de identificar a un país, una provincia, una ciudad.
Así, la ciudad de Las Tunas tiene su escudo en el que se caracteriza al territorio en un breve espacio. 
El Escudo de nuestra ciudad tiene cuatro cuarteles o departamentos y en su parte superior izquierda aparece una abeja que simboliza el trabajo y la vocación del pueblo tunero en su afán de construir un mundo mejor.
La imagen de una llave representa la posición geográfica del territorio en el mapa de la nación y se ubica en la parte superior derecha, al lado de un cuartel que simboliza la rebeldía de sus habitantes.
Cuenta la historia que la ciudad de Las Tunas se fundó a la sombra de una gran ceiba, que servía de protección a los guerreros de entonces, y es este árbol uno de los elementos más prominentes del Escudo, que en su parte inferior refleja las ruinas del cuartel de las 28 columnas, antiguo bastión de los colonialistas españoles en su época y símbolo que ha trascendido en el tiempo.
La mujer tunera, todo un símbolo de Cuba toda no solo por su belleza, sino por su espíritu de lucha, tiene un lugar en el espacio del Escudo de la ciudad, figura que se complementa con una hoguera que recuerda las tres veces que fue quemada la ciudad durante las luchas independentistas.
Por supuesto que en el Escudo no podía faltar la frase del Mayor General Vicente García cuando al incendiar la ciudad el 26 de septiembre de 1876 expresó: “Tunas, con dolor en mi alma te prendo candela, pero prefiero verte quemada antes que esclava”.
El Escudo de la ciudad de Las Tunas fue diseñado Mary Cruz Medina, quien lo presentó al óleo sobre tela polícroma y enmarcada en madera y metal repujado en un concurso que ganó en 1937, y oficialmente identifica la ciudad desde el 9 de enero de 1939.


viernes, 9 de junio de 2017

Aquí está el Comandante supremo Hugo Chávez, dormido, en su siembra de sol y sombra, en su cobija de mármol fuerte, como él.

Se eriza la piel cuando se está cerca, cuando se posa la mano sobre el mármol que lo acoge, porque se sabe vivo, eterno como la historia misma que forjó.

En este, su Cuartel de la Montaña, en el mismo barrio 23 de Enero, cuyos habitantes aún lo lloran, como otros miles de Caracas, está el Comandante para iluminar a Venezuela toda y a Latinoamérica, hasta el fin de los tiempos.

Es este un lugar sagrado, visitado diariamente por venezolanos y foráneos que llegan a rendirle homenaje al Gigante sudamericano, que sigue guiando al continente, su continente.


lunes, 5 de junio de 2017

Aquí reposa El Libertador Simón Bolívar, ese grande de América toda.

Su vida y su ejemplo -que no sus restos- guían A Venezuela y a América por los caminos que él trazó. Desde el Panteón Nacional sigue siendo faro, luz, camino cierto para un mundo mejor, el mismo que soñó.

Quien llega hasta su morada no puede menos que sentir el orgullo de sentirlo cerca. Porque él, como los grandes hombres, nació un día para estar siempre, junto a los más humildes, que son la mayoría.

El Libertador está en su altar de la parroquia de Altagracia, en Caracas, donde lo escoltan otros grandes hombres y mujeres de esta tierra heroica.

jueves, 1 de junio de 2017

El Ávila es un símbolo de Caracas, la capital de Venezuela, porque acompaña a quienes habitan esta ciudad o la transitan con su imponente presencia y como un bastión que preserva a la urbe de las miradas de el Caribe.
Esta es una cordillera imponente que se extiende de este a oeste por todo el litoral de los estados Vargas, Ditrito Capital y Miranda, y es llamado el pulmón de la ciudad, que atrae la lluvia y resguarda de los vientos caribeños.

En tiempos de los habitantes originarios del territorio a este macizo montañoso se le llamaba Guaraira Reparo, es decir, Sierra Grande, aunque otros estudiosos aseguran que el verdadero nombre era wariarepano, porque representaba así al lugar de las dantas (alces), un mamífero muy común en esos montes.

Ya en 1600 toma el nombre de Ávila, el cual se debe al gobernador Gerónimo de Ávila, dueño de huertos en esa sierra.

Lo cierto es que desde hace muchos años el Ávila acompaña a los caraqueños, los guía como una brújula siempre al norte, y su majestuosidad siempre rodeada de nubes, es uno de los atractivos mayores de la ciudad, que clasifica entre las más bellas de América Latina, y Caracas es el Ávila y el Ávila es Caracas, en un binomio inseparable.

lunes, 29 de mayo de 2017

Este es un pedazo del Caribe venezolano, ese mar azul e infinito que une a los pueblos de esta emblemática región de Latinoamérica, cuyos habitantes tienen un toque que los distingue, con características muy peculiares.

Es un pedazo del Caribe que se distingue por las fuertes olas, como la propia fuerza de Venezuela, una tierra de compromiso y futuro. Y esa característica de este pedazo de mar no la tienen otros países, donde el Caribe es más sereno, quizás pensativo, meditador.

La foto fue tomada un sábado cualquiera, en que los caraqueños, habitantes del estado Vargas y de otras zonas aledañas, se fueron a pescar el sol de la mañana y a despedir el atardecer, como para demostrar parte de esta Venezuela pacífica y alegre, optimista, que la distingue en la región, esta Venezuela heroica que todos los días lucha por un mundo mejor.


viernes, 26 de mayo de 2017

Ubiquel y Lily, amor eterno.
Hoy es un día triste en la historia de mi vida. Todos los 26 de mayo, desde 1989 son días vacíos por la pérdida irreparable de un amigo-hermano, de quien nos hemos perdido su presencia, su alegría, su optimismo y todo lo bueno que él representaba.

Ubiquel Arévalo Morales dejó de existir físicamente ese día, y desde entonces su esposa, sus hijos, su familia y sus amigos lo lloramos y lo añoramos, y será así por siempre, hasta el fin de los tiempos.

La despiadada muerte lo privó de la vida, de su juventud de 32 años, de sus ganas de hacer, de amar, de vivir. Le quitó sus sueños y sus esperanzas, no dejó que viera crecer a sus hijos, que siguiera amando a Lily, que siguiera creciendo como humano y profesional.

Pero, por suerte -si es que se le puede llamar así- él se inmortalizó en todos los que lo conocimos y siempre será así, porque Ubi es de los imprescindibles, de los que siempre están.

sábado, 8 de abril de 2017

TeleSur es un medio de prensa con una estructura moderna y cómoda, que satisface las necesidades más exigentes de sus profesionales, que pasan largas horas detrás de la noticia para informar al mundo.

En sus salas de noticias y otras redacciones el frío es intenso por la fuerza de los acondicionadores de aire, y quien no lleve un abrigo sencillamente no puede soportar mucho tiempo los embates de este micro clima, que cala hasta los huesos.

Por eso es común en cualquier lugar, sobre todo de las redacciones, ver a los profesionales bien abrigados y hasta encapuchados para trabajar en pleno invierno, aunque afuera haya calor.

En las imágenes dos espacios de la Sala de Noticias: Arturo, uno de los editores de video, encapuchado, y unos metros más allá uno de los muchachos de Infografía, precisamente donde más frío hace.

Así es mi canal, rico hasta para trabajar, con un clima que permite una labor placentera, siempre en busca de la noticia.




Este es una de las ventanas laterales de teleSur, desde donde se ve parte de Caracas con su carga de majestuosidad.

Las ventanas del canal son como espacios para desconectar por un momento y mirar el paisaje de este valle siempre cautivante, rodeado de montañas, y para librarse por un instante del intenso frío que se vive dentro del edificio por la fuerza de los acondicionadores de aire.

Dentro del canal todo es trabajo intenso en busca de informar al mundo con la fiel realidad de lo que pasa; afuera todo es ajetreo en la vida caraqueña, bien movida, con los millones de autos que circulan, con las miles de personas en las calles.

Estos son dos instantes de una misma realidad: un medio de comunicación fiel a sus principios de informar al mundo con objetividad e inmediatez, y un país que lucha por un mundo mejor, siempre en beneficio de la gente, de los más humildes, del pueblo.




El zamuro negro es uno de los buitres americanos que viven desde el norte de los Estados Unidos hasta el centro de Chile.

En Venezuela son comunes en su vuelo en círculos hasta alturas que llegan a los dos mil 800 metros y se le ve planeando en busca de su carroña.

Los zamuros son aves necrógafas o de rapiñas o carroñeras, que cazan sus  presas desde el vuelo y a partir de su aguda visión. Su pico es sumamente afilado y sus garras fuertes para llevarse a sus presas.

En uno de los ventanales de mi casa, en el piso 17, los zamuros se detienen a descansar, y pasan largo tiempo mirando al paisaje.


sábado, 25 de marzo de 2017

Galipán es un pueblito turístico en la ladera norte de la montaña de El Ávila, en Caracas, que siempre está lleno de gente que van a disfrutar del clima y del pintoresco lugar.

Su nombre se debe a Galipa, cacique de la tribu Caribe.

Cuentan que surgió hace más de 200 años, cuando los canarios llegaron al lugar y se establecieron en las laderas del monte El Ávila, y era un lugar como de tránsito entre los pobladores de La Guaira hasta Santiago de León de Caracas.

Así transcurrió en el tiempo hasta que en la década del 50 del pasado siglo, con la construcción del teleférico de Caracas se convirtió en un lugar turístico, en el que la familia y las personas de toda Venezuela y de otros países visitan el lugar lleno de restaurantes y un clima envidiable.

Es un pueblito que te atrapa en la memoria y te hace soñar en las alturas, allá, donde el cielo está más cerca y ves todo desde arriba, como una paradoja entre Caracas, de un lado, y el Caribe del otro, gracias a las laderas del impresionante monte El Ávila, un símbolo de Venezuela por los tiempos de los tiempos. 






       

martes, 28 de febrero de 2017

La tarde estaba alegre por la propia alegría de Caracas, de mi Canal, cuando la noticia me ha llegado como una bofetada en pleno rostro: murió Nelson Marrero, mi gremio le dijo adiós, y la noticia me invadió hasta lo más profundo, quizás mucho más de lo que uno piensa cuando de por vida comparte la profesión y los días con un colega.

Nelson fue uno de mis primeros guías en mi vida laboral, cuando juntos fundamos el periódico 26, de la provincia de Las Tunas; yo todo un muchacho inmaduro e inexperto en cuestiones laborales, un pichón de periodista; él todo un hombre maduro y ya todo un periodista.

Y así pasamos muchos años juntos en el periódico 26, trabajando fuertemente, oyendo sus descargas, sus pleitos por hacer las cosas mejores, sus encabronamientos porque el 95 por ciento de los profesionales de 26 éramos veinteañeros y él ya un cuarentón, por lo que teníamos formas diferentes de ver la vida.

Así hasta que un día me fui para Radio Victoria y tiempo después él se jubiló, pero no dejó de trabajar ni un instante, con aquella fuerza que lo caracterizaba, con aquel entusiasmo de muchacho que siempre llevó consigo, y gozábamos con él en cualquier reunión del gremio, y Juan Morales, Julio César y yo le buscábamos la lengua y se la encontrábamos.

Ya era emblemática la frase que me decía cuando yo miraba al grupo y preguntaba apuntándolo: ¿Y este qué hace aquí? Entonces, miraba a su alrededor como para que todos lo escucharan y me soltaba a rajatablas: "¡Lo que me salga de los cojones!", y la risa era un aplauso y después comenzábamos a hablar en serio, de sus planes a pesar de sus más de 80 años, de la vida, de la gente.

Y ahora se ha ido, irremediablemente, y yo tan lejos para no poder despedirlo. Pero él sabe bien que lo quería tanto como él me quería a mí, que cada jodedera la disfrutábamos porque sabía que era de cariño. Y por eso me duele tanto, así de sencillo.

Nelson estará siempre entre nosotros, y le echaremos de menos en nuestras reuniones y en nuestras fiestas. Y extrañaremos su emblemática frase, y nos reiremos a su nombre, porque más que tristeza siempre inspiró alegría. Y no digo más, no vaya a ser que me salga otra vez con su paradigmática e histórica frase para mandarme a callar.




martes, 10 de enero de 2017

Hoy me he encontrado esta foto en FB que me llena de satisfacción y alegría, porque me remonta a los años cuando comencé en el Periodismo, allá por los años 80 del pasado siglo.

En la imagen tres profesionales paradigmáticos que se desempeñaban en Radio Victoria, emisora provincial de Las Tunas, al oriente de Cuba, en tiempos en que yo trabajaba en el periódico 26 de esa misma provincia. Ellos son, de izquierda a derecha Mary Espinosa, Ana Ibis González Fonseca y Luis Rodolfo Serra.

Mary fue una de las grandes realizadoras de la radio en Las Tunas, multipremiada en cuanto concurso se desarrollaba en el medio, por muchos años directora de la revista Hablemos de, a la que cada día le ponía alma, corazón y vida por años y hoy sigue haciendo radio y literatura por Miami.

Ana Ibis es también otra de las grandes realizadoras, directora de programas, guionista y locutora de la radio y la televisión, y se mantiene en Radio Victoria, con su sello de calidad a cuestas y alegrándole la vida al oyente.

Y Serra ya está jubilado, no por edad sino por años de labor. Fue durante muchos años una de las voces emblemáticas de la locución en Las Tunas, compañero de batería de Mary en Hablemos de como conductor, y uno de los titulares del noticiero estelar Impacto, con el cual muchas veces compartí labores en ese espacio, cuando yo lo dirigía en determinadas emisiones. 

Después se fue a vivir a la capital del país y se instaló en Radio Rebelde, y fue titular entre otros espacios del Noticiero Nacional de Radio.

Por ello, sirvan estas sencillas líneas para rendirle mi modeso homenaje a estos tres buenos amigos, a estos tres imprescindibles profesionales.






Médico de la salsa... Ni médico, ni músico ni salsa.
Los mediocres nunca saldrán de esa categoría.

Y el llamado Manolín, que no es ni médico ni músico se la pasa agrediendo al país que lo formó en todos los sentidos, porque si hubiese nacido en Miami, por ejemplo, no habría llegado ni a la secundaria. Y todo por su eterna e inconfundible mediocridad como ser humano.

Desde que se fue de Cuba, donde llegó a ser "alguien" por las bondades de mi país, se la ha pasado hablando mal de todos allá, resentimiento tras resentimiento.

Por suerte, nadie la hace caso a sus huecas palabras, a sus endebles insultos. 

Los resentidos siempre serán resentidos, y en la Cuba de Fidel Castro, el músico de más baja categoría es mejor que él, que de músico nada.


¿Por qué no se dedica a tratar de ser alguien en la vida (categoría a la que todavía no ha llegado y dudo que llegue) y se olvide de quienes hemos preferido quedarnos en la Isla?

¿Es tan difícil? Bueno creo que sí, porque la mediocridad es una categoría eterna, y él, eterno mediocre, nunca podrá salir de ese estatus, sencillamente porque no tiene materia gris para ello.


Maikel fue la primera gran alegría de mi vida.

Aquel 9 de enero de 1981, fue un día frío en el hospital Ernesto Guevara, de Las Tunas, donde nació.

A partir de su nacimiento mi vida cambió porque de pronto me convertí en padre de aquel chiquitín que andaba conmigo para donde quiera desde pequeñito. Y desde entonces ha estado conmigo para llenarme de dicha y felicidad.

Y por eso lo felicito este 9 de enero, y le deseo todo lo mejor del mundo hasta el fin de los tiempos. Hijos como él son los que hacen dichosos y felices a sus padres.

Un beso y un abrazo por todo el tiempo que llevamos sin vernos, mi niño.
Con su amigo Jorgito.

Con su amigo Pachi.

lunes, 2 de enero de 2017

Hazeem.
Dicen en mi país (Cuba, por supuesto), que hijo de gato casa ratones, y traigo a colación este dicho popular para hacer un símil con Hazeem, el hijo querido de mi hermano Ahmed Velázquez, es decir, también mi sobrino querido, porque el jovencito es de armas tomar en eso del manejo del lente, y sin lugar a dudas heredó los genes de su padre, que era un artista en eso de captar el Instante decisivo, un concepto del fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson.

Porque Ahmed era heredero de las ideas y los conceptos de Cartier-Bresson, a quien calificaron como el padre de la fotografía de calle, del Fotoperiodismo, del cual Ahmed también era un maestro, salvando las distancias y la diferencia de edades.

Pues Hazeem, aquel chiquitín que creció entre rollos fotográficos y cámaras analógicas primero y digitales después, entre las inigualables imágenes de su padre, se ha convertido, para bien y para felicidad de quienes amamos a esa familia, en un astista del lente, en ciernes claro, que sigue las huellas de su padre.

Alguna vez en nuestro primer encuentro ya de grande, porque lo dejé de ver de chico unos años después de la muerte de su padre, me habló del trabajo que hacía en la música y de su pasión por la fotografía, pero no tenía conciencia de la calidad de sus imágenes hasta que vi estas que compartió en su muro de FB, y que me han dejado asombrado por el dominio de la luz, el encuadre, los ángulos y la composición, casi nada, de los principios de la fotografía.

Por eso se me antoja multiplicar su trabajo y reconocerlo públicamente desde mi modesta posición familiar y profesional, pues también lo soy del lente.

Así que enhorabuena, mi sobrino querido. Tu padre te mira orgulloso y se regocija con tu trabajo.

















Desde mi orilla

Este es mi espacio personal para el diálogo con personas de buena voluntad de todo el mundo. No soy dueño de la verdad, sino defensor de ella. Vivo en un país libre y siento orgullo de ser cubano.

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