Hace unos años, nadie dudaba de que la ciudad de Las Tunas, al oriente de Cuba, era la capital de la escultura cubana, un título legado por la gran Rita Longa y el movimiento escultórico que nacía en la joven provincia Las Tunas, en 1977.
En aquellos tiempos, cuando la provincia surgía como otras del oriente cubano, el entusiasmo era la característica fundamental de todos aquellos que deseaban hacer crecer y desarrollar a la capital provincial de Las Tunas y las esculturas fueron floreciendo por doquier, para darle un toque de distinción a esta urbe que es orgullo de los tuneros.
En aquellos tiempos, cuando la provincia surgía como otras del oriente cubano, el entusiasmo era la característica fundamental de todos aquellos que deseaban hacer crecer y desarrollar a la capital provincial de Las Tunas y las esculturas fueron floreciendo por doquier, para darle un toque de distinción a esta urbe que es orgullo de los tuneros.