domingo, 30 de diciembre de 2012



Recuerdo ahora mismo algo bello que escribió el cantautor cubano Silvio Rodríguez en una postal de fin de año hace ya algún tiempo: ¡Qué la tierra le bese los pasos a quienes saben amar! Y desde entonces he tomado ese pensamiento como un himno de buenos sentimientos para desearle todo lo bueno del mundo a gente que quiero, porque esas palabras encierran una belleza y una singularidad, que solo pueden nacer de personas como Silvio.

Cuánta sabiduría y buen decir en esa frase que encierra los más intensos deseos de que todo le salga bien a quienes amamos.

La tierra es la madre de todo lo que se mueve sobre este mundo. Imaginemos entonces los besos que puede ir dando a cada paso de un pie descalzo, lleno de ternura y enrumbado hacia el futuro firme, cierto, predecible por la certeza de que tiene que ser mejor.

Por otra parte, no hay dudas de que quienes aman son los buenos; los malos, esos que propagan la guerra, la muerte, la destrucción, la maldad para con sus semejantes, no tienen capacidad de querer al prójimo, ni siquiera a ellos mismos.

De ahí que hoy, cuando el 2013 se abre ante nosotros con un camino largo, todos los que sabemos amar estamos deseando lo mejor de este convulso mundo a todos los seres humanos (incluso incluyendo a los malos), con un gesto de buena voluntad y altruismo, para que la nueva etapa por vivir sea de paz y armonía entre las personas, y apostando siempre para que la felicidad toque a todos, pues un mundo mejor es posible.


Ernesto Parra (derecha) en la obra Narices. (Foto: Yaciel Peña /Agencia Cubana de Noticias)
Ernesto Parra es un joven inquieto que siempre anda a la caza de una idea que lo haga feliz.

Como director de Teatro Tuyo ha sabido sacar el máximo de provecho al talento de sus integrantes para marcar una época en las tablas de la provincia de Las Tunas y de Cuba, a partir de un concepto integrador del teatro para niños y para adultos, todo en un mismo mensaje. Y ahora, el grupo acaba de ganar el Premio Villanueva de la crítica especializada con su obra Narices, tal vez el lauro más importante en su ya extensa lista de premios.

Quizás sea por eso que siguen apostando por el género teatral clown y el lenguaje extra verbal, para cautivar a niños y adultos, que disfrutan de cada presentación, en la que los integrantes entregan parte de su alma, porque para ellos, hacer feliz al público en cada obra es la premisa fundamental, la meta suprema.

La obra Narices, estrenada en mayo pasado, fue como un viento cautivante para los más caros especialistas del teatro cubano reunidos en Camagüey, quienes quedaron tan gratamente complacidos e impresionados por la maestría de Teatro Tuyo, que sin discusión entregaron el Premio Villanueva y felicitaron al colectivo por una obra extraordinaria.

Como provincia, Las Tunas no alcanzaba un Premio Villanueva desde 1995 (cuatro años antes de nacer Teatro Tuyo), cuando el desaparecido proyecto Luz Negra alcanzó el lauro con la obra Metamosfosis. Y ahora el elenco de Ernesto Parra iguala el logro de aquel emblemático grupo, en un momento de auge del teatro en Cuba.

Narices tiene como trama principal a un payaso que no sabe por qué no tiene nariz, y con ese argumento, aparentemente simple, se desarrolla toda una enseñanza para grandes y chicos, que agradecen tanta gracia, tanta maestría a partir del lenguaje extra verbal que pone en alto el altruismo, la generosidad, el desinterés, los anhelos.

Teatro Tuyo nació el 15 de enero de 1999 con el nombre de Proyecto Piñata y solo tres integrantes. Ahora, con casi 14 años de vida, son ocho los integrantes que entregan su vida en casa ensayo, en cada puesta en escena, y de ahí su indiscutible triunfo, porque cuando se pone el alma en lo que se hace, los triunfos tienen que llegar, mucho más, cuando el elenco de actores y actrices derrochan talento, como corresponde a quienes poseen el primer nivel en las tablas. 

Ahora el grupo se prepara para su gira nacional desde el 16 de enero hasta el 4 de febrero, en la que enseñarán a toda Cuba el porqué hace casi 14 años aquellos tres integrantes apostaron por el teatro, por el triunfo, por la vida, en un camino largo que se abría ante ellos, pero sin una pizca de incertidumbre, porque sabían que con tanta carga expresiva, fuerza y vitalidad no había otra posibilidad que llegar hasta donde se lo proponían. Y así ha sido.

 

viernes, 28 de diciembre de 2012



La noticia llega de los Estados Unidos: “El fiscal general del estado norteamericano de Arizona (suroeste de Estados Unidos) presentó un proyecto que permitiría al director de cada escuela, o a otro empleado designado, portar armas en las instituciones educativas tras recibir entrenamiento de parte de la policía local.

“El plan surgió en respuesta a la masacre en la localidad de Newtown, Connecticut (noreste), donde hace dos semanas un joven mató a 20 niños y seis mujeres antes de suicidarse”.

Se lee y no se cree. En vez de luchar por eliminar la tenencia de armas de fuego lo que se propone es incrementar los portadores. Y no solo es Arizona, porque otros estados de la Unión se han sumado a la nueva locura que pondrá mayor peligro la seguridad de estudiantes y profesores.

¿Cuántas personas tienen que morir para que pongan coto a tan grave problema?

¿Cuántos niños tienen que perder la vida?

El problema, por supuesto que no es fácil de resolver porque el portar armas está en la constitución de los Estados Unidos, pero no es armando a más personas y prepararlas para matar que se va a enfrentar tan grave situación, que se ha vuelto más tensa luego de la matanza en la escuela Sandy Hook de Newtown el 14 de diciembre.

¿Han pensado las autoridades de los Estados Unidos cómo se sienten los padres y demás familiares de los 20 inocentes niños que murieron hace solo unos días? ¿Por qué no se ponen en su lugar?

¿Sería la misma actitud si alguno de estos directivos hubiese perdido un hijo u otro familiar en las tantas matanzas que han sucedido en el gran país del norte?

Es hora ya de poner un poco de cordura sobre un asunto que ha cobrado tantas vidas en la historia, y lograr que la familia estadounidense se sienta segura y tranquila, y eso solo se logra con leyes radicales, en beneficio de la propia sociedad norteamericana.


martes, 25 de diciembre de 2012



Félix Ramos, en pleno acto académico. (Foto del autor)
A Félix Ramos lo conocí un en un concierto y me impactó la forma en que tocaba su guitarra, (qué digo tocaba, acariciaba su guitarra), y como yo siempre he sido muy apegado a tan bello instrumento, no me perdía una nota de las que llaman “patas de cangrejo”, esas que nunca pude lograr dominar en mis años de estudiante y profesor, cuando pasaba largas horas cantando temas de José Feliciano y Silvio Rodríguez.

Esa fue la primera vez que vi a Félix, en una fecha que no puedo precisar, aunque ya había oído hablar mucho de él, no solo como músico, sino como persona y directivo de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en Las Tunas.

Después, allá por 2004, ya como miembro yo de la UNEAC, comenzamos a relacionarnos de manera estrecha, tanto por mi condición de presidente de la Filial de Cine, Radio y Televisión, y él como vicepresidente primero del Comité provincial, como por nuestros puntos de vistas la mayoría de las veces coincidentes, y, sobre todo, por la forma de ver la vida, de analizar los problemas, de comprender y querer a los demás de gratis, como se dice por acá.

Félix Ramos, en pleno acto de creación artística. (Foto del autor)
Desde entonces, entre Félix y yo ha crecido una amistad sincera y sin límites, y ha crecido también mi admiración por él, porque es una persona con un humanismo extraordinario y porque es como yo: dice lo que piensa de frente, sin segundas lecturas, sin segundas intenciones.

Mas, a pesar de la larga amistad, Félix siempre tiene el don de sorprenderme, ya sea por sus conocimientos amplios sobre cualquier campo del desarrollo y de la historia, por sus análisis mesurados ante problemas que pueden ser peliagudos, o por las cosas más sencillas que muchas veces pasan inadvertidas para algunas personas poco observadoras; pero hace solo unas horas Félix me sorprendió de una manera diferente, académica puedo decir, al defender su tesis de Maestría en Desarrollo cultural comunitario, acto con el que dejó una huella imborrable no solo en el tribunal, sino en el auditorio, del cual no fueron pocos los que hablaron cosas tan lindas de Félix que la piel se erizaba ante el orgullo de ser su amigo, o sencillamente su conocido.

En ese momento Félix disertó sobre la radio como un profesional íntegro del medio. Y de su espacio Pequeño concierto, hizo un análisis fenomenal, como dice cierto personaje de una novela brasileña, y yo, que soy un profesional del medio, aprendí con sus enseñanzas y confieso que volvió a sorprenderme por su caudal de conocimientos sobre todo el proceso radial.

Por todo ello no pude sustraerme a la necesidad de escribir estas líneas como un sencillo homenaje a mi amigo y compañero, ese que lo mismo sobrepasa las barreras de lo ordinario cuando acaricia su guitarra o cuando cautiva con su palabra, casi siempre sabia. Y quizás parezca una exageración, pero es lo que pienso.


domingo, 23 de diciembre de 2012



Miguel Barnet, expresó su gran orgullo por recibir la pluma con que escribió el mayor poeta popular cubano del siglo XIX.
Confieso que es muy cierto ese dicho popular de que las apariencias engañan, porque antes de conocer en persona a Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, pensaba que era un intelectual alejado de sus similares, y no por pedantería, sino por su excepcional currículo, su excepcional condición de mortal superior. Pero me equivoqué.

Recuerdo una visita suya a la ciudad de Las Tunas, donde vivo, como parte de sus funciones como guía de la intelectualidad cubana, y compartió con los miembros de la organización (entre los cuales me incluyo), y me impresionó su modestia y sencillez, pero sobre todo, su amor por Cuba, su propia cubanía, su apego a la tierra que lo vio nacer.

En aquella ocasión a Barnet la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en la provincia de Las Tunas, le entregó su símbolo: la réplica de la Pluma con que escribía el mayor poeta popular cubano del siglo XIX: Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, el cual se ha entregado a muy contadas y excepcionales figuras de la cultura cubana, y después de entregada la distinción, la calificó como una de las más grandes recibidas en su vida, lo cual me llamó la atención, porque este hombre ha sido condecorado en medio mundo con las más altas distinciones.

Lo que pasa es que como él mismo explicó, es una distinción cubana, y sobre todo de Las Tunas, que tanto ha brillado en la defensa de la Patria, porque se le otorgó en la casa vivienda del Mayor General Vicente García González, uno de los artífices de la Guerra de los Diez años (1868-1878), y porque fue utilizada por un poeta excepcional. Todo eso, dijo, hace de este símbolo algo especial.

Por eso y por muchas otras hechos admiro a Miguel Barnet, porque he conocido más de cerca a una persona excepcional, y porque una vez más he comprobado que mientras más grandes son los hombres más grande es su sencillez. Enhorabuena.


viernes, 21 de diciembre de 2012



Por lo menos hoy, el mundo no se acaba.


Ha llegado el día esperado por muchos incrédulos, temido por los más creyentes, y el mundo sigue aquí, con sus altas y bajas, con sus riquezas y sus miserias, con sus grandes contrastes de derroche y limitaciones, con sus inmensas diferencias entres los que tienen mucho y los que no tienen nada, en fin, ”patas arriba”, pero vivo.


Llegó el día fatal según la opinión de quienes interpretaron a su forma el
Calendario Maya. Y el 21 de diciembre de 2012 está por terminar y no pasa ni va a pasar nada.


Los Mayas, según estudiosos, no creían en un final súbito de la vida terrestre, sino más bien en la culminación y comienzo de ciclos. Y hasta algunos de sus líderes actuales han hecho declaraciones a la prensa, en las que afirman que esta fecha marca el fin de una época y el comienzo de otra, según sus previsiones y creencias.

Pero sus profecías fueron aprovechadas por muchos especuladores para ganar dinero, y las visitas de turistas aumentaron considerablemente en la
Península de Yucatán –tierra de los Mayas- para tratar de desentrañar el misterio de la infundada afirmación del fin del mundo.


El mundo no se acaba, por lo menos hoy, aunque esté en crisis, aunque haya hambre, calamidades, pobreza extrema y riqueza también extrema; desigualdades cada vez mayores…


Tal parece, que la destrucción del mundo será un proceso lento si no se actúa a tiempo y con cordura por los más poderosos y por la voluntad de todos. Porque lo que sí creo que es seguro, es que la solución a los graves problemas actuales no vendrá del “más allá”, sino del más acá, donde habitan quienes tienen la posibilidad real de decidir que el mundo hoy finalice una época convulsa y comience otra mejor para toda la humanidad.


Desde mi orilla

Este es mi espacio personal para el diálogo con personas de buena voluntad de todo el mundo. No soy dueño de la verdad, sino defensor de ella. Vivo en un país libre y siento orgullo de ser cubano.

Archivo del blog

Con la tecnología de Blogger.

Followers

Vistas de página en total

Ads 468x60px

Featured Posts

Entradas populares