miércoles, 31 de julio de 2013



Mantener en cero la tasa de mortalidad infantil en los municipios de Manatí, Majibacoa y Jobabo, es uno de los mayores logros del sistema de salud en la oriental provincia de Las Tunas en lo que va de año.

Esto es resultado del esmerado trabajo en la atención primaria de salud de esos tres territorios, eminentemente rurales, en los que sobresale el papel del médico y la enfermera de la familia en cada comunidad, y el seguimiento a los pequeños y sus madres durante el primer año de vida, el más difícil para cualquier ser humano.

viernes, 26 de julio de 2013



Jose Alberto, a la izquierda, junto a su hermano Maikel.
Hoy es el cumpleaños de mi hijo José Alberto, el más pequeño, el estudiante de Medicina. El tiempo ha volado y hoy es un joven apuesto, responsable, amoroso y de estos tiempos.

Recuerdo ahora aquel 26 de julio de 1990. María, la madre, tuvo un parto difícil, porque pasó más de 24 horas en el salón y creo que fue la última que parió de todas las que ese día lo hicieron, y fueron muchas.
Ahora recuerdo aquel 26 de julio de 1978, cuando la vieja rotoplana parió por fin el primer número del diario 26, un hecho que marcaba un hito en la historia de la joven provincia de Las Tunas, pero sobre todo, se alzaba un reto enorme ante el bisoño colectivo de periodistas y trabajadores.

Y recuerdo al colectivo enardecido que vibraba de emoción y de alegría, porque había mucho escepticismo ante el hecho de lograr la tirada, con una vieja rotoplana que se había pasado años a sol y sereno, y Eduardo Infante, el mecánico del taller, son su ingenio, la echó a andar, pero las dudas flotaban en ver si en verdad podría lograr la tirada completa.

No se puede describir la alegría del colectivo de periodistas y trabajadores cuando salió el primer número del periódico, ya en horas de la mañana y José Infante, el director, y Carlos Tamayo, estudiante universitario que colaboraba con el periódico, partieron hacia Santiago de Cuba para llevar los primeros ejemplares al Comandante Faure Chomón Mediavilla, primer secretario del Partido Comunista en la provincia, para que los entregara a Fidel Castro y los demás dirigentes de la Revolución.

domingo, 21 de julio de 2013



Yenima, en los cerros de Petare, en Venezuela, donde se encuentra como enviada especial de la Radio Cubana.
Cuando conocí a Yenima Díaz Velázquez ella acababa de egresar de la Universidad de Oriente como licenciada en Periodismo, y se iniciaba como profesional en Radio Victoria, donde ya yo había tirado el ancla un año antes, allá por el ya lejano 1994.

Recuerdo que venía con esas ansias de comerse el mundo que trae consigo todo graduado universitario, para quien no existen metas difíciles y siempre tiene una mirada diferente, renovadora, ante la manera de hacer de uno u otro medio, lo que siempre es bueno para los colectivos porque reciben una inyección de juventud, de nuevas fuerzas.

sábado, 20 de julio de 2013



La ciudad de Las Tunas, mi ciudad, no es una gran urbe, aunque es de Primer Orden y tiene más de 150 mil habitantes. Es una ciudad que ha crecido con el paso del tiempo y se erige como una de las más bonitas del oriente cubano, pero es más bien pequeña si se compara con otras capitales de provincias de Cuba.

Es esta una ciudad acogedora, sencilla, con edificaciones de estilo ecléctico, porque como fue quemada en tres ocasiones durante las guerras de independencia del siglo XIX casi no queda nada de la colonia española, en la que predominaban los inmuebles al estilo de la Madre Patria.

jueves, 18 de julio de 2013



Con un promedio de 79,28 años de edad de sus habitantes, la oriental provincia de Las Tunas muestra la mayor esperanza de vida al nacer de Cuba, como resultado del nivel de vida alcanzado por la población.

Esa cifra supera la media nacional de 77,97 años y se equipara con las de los países de mayor desarrollo humano, gracias a la labor de la Revolución, que ha elevado a planos insospechados el sistema de salud y el desarrollo social en la Isla.

sábado, 13 de julio de 2013


 Moltó y Aixa Hevia, dos profesionales que harán crecer a la UPEC
Con la atinada selección de Antonio Moltó como presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) el sector planta un banderín importante en la línea de arrancada para correr hacia lo que no solo desean los profesionales de la palabra, sino el pueblo: que el Periodismo cubano se parezca a su tiempo, y sobre todo, a la realidad del país.

He escuchado a través de los años de profesión que los periodistas somos los culpables de que no avancemos hacia esa meta, algo muy alejado de la verdad, porque el país está lleno de buenos profesionales, capaces de competir con cualquiera del primer mundo.

viernes, 12 de julio de 2013



Jose Alberto, cuando llegó de hacer el examen.
Hoy es un día en el que se mezclan la alegría y la tristeza, y ambas relacionadas con la salud. La tristeza de mi padre en una cama de la sala de terapia intermedia del Hospital General Docente Ernesto Guevara, de la provincia de Las Tunas, y la alegría porque Jose Alberto, mi hijo menor, acaba de concluir el tercer año de la carrera de Medicina.

Siempre que hay un examen las tensiones se disparan, no solo por parte del estudiante, sino de los padres, mucho más si el último examen del año es Medicina interna, una de las más complicadas de las especialidades médicas, porque abarca todas las demás especialidades y los exámenes siempre son difíciles y además porque la carrera tiene dos años muy complejos: el primero y el tercero.



Las mujeres son seres extraordinarios en toda la magnitud de la palabra. Hay un criterio generalizado de que son el sexo débil, pero nada más alejado de la verdad.

Una mujer siempre es centro de atención en cualquier contexto. Basta que llegue a un lugar para que todos (mujeres incluidas), la miren aunque sea un instante. Y no porque sea más linda o más fea, aunque si es linda físicamente hablando, la atención es mayor, porque su naturaleza de ser extraordinario no da margen a que sea diferente.

En cualquier actividad o profesión, la mujer es más eficiente que el hombre, lo cual está dado, quizás, en que se entregan por completo a lo que hacen. Y si es en el amor, entonces son las más amorosas, las más cariñosas, las que más miman, las que más…

Hay una sentencia del Héroe Nacional de Cuba, José Martí que reza: “Dícese mujer y se adivinan ternuras, abnegaciones, divinas locuras y promesas”, y creo que no hay pensamiento que retrate tanto a una mujer como lo hizo el más universal de los cubanos, pensamiento que solo se compara con otro de él mismo: “Sin sonrisa de mujer no hay gloria completa de hombre."

Esta es una pequeña historia en la que el protagonismo de mujer está en las más sencillas actividades de la vida diaria: hablando por teléfono, en la fiesta de la lectura, en los quehaceres del hogar, en sus responsabilidades como madre, en una reunión, en la música, o en cualquier lugar común de los simples mortales de esta tierra.















jueves, 11 de julio de 2013



Mi padre está grave. Tiene neumonía y está muy delicado, porque su organismo se ha deteriorado por la diabetes y por sus casi 80 años de vida.

Sin embargo, me siento tranquilo porque está recibiendo una esmerada y constante atención en la sala de terapia intermedia del Hospital General Docente Ernesto Guevara, de la oriental provincia de Las Tunas, donde vivo.

Llevo tres noches seguidas al lado de él, y veo el amor y la dedicación del personal de enfermería y los médicos que lo atienden a él y a otros tres pacientes muy graves que están en el cubículo, y me convenzo mucho más de la grandeza del sistema de salud cubano, porque a veces tienen que tocarte de cerca las situaciones par darte cuenta de la grandeza que para uno es común en un país como Cuba.

Mi país está muy acosado por el férreo bloqueo de Estados Unidos, que no nos deja ni respirar en el empeño de segarnos la vida como pueblo irreverente y rebelde ante sus ansias de expansión, colonización y esclavitud moderna.

No obstante a ese acto genocida, a mi padre no le ha faltado en estos cuatro días –ni le faltará- antibióticos de última generación para frenar el desarrollo de sus lesiones pulmonares y sin tener que pagar un solo centavo ni por los medicamentos ni por la estadía en una sala como esa, que en Estados Unidos, por ejemplo, es inaccesible para las personas de menores ingresos.

Yo no soy religioso pero mi hermana pequeña sí, y ella dice que nuestro padre está en manos de Dios, y yo le digo que sí, y le agrego que, sobre todo, está en manos del Estado cubano y su sistema de salud, y eso cuenta y garantiza la vida de cualquier ciudadano de mi país, piense como piense y actúe como actúe. Y eso, sencillamente reconforta infinitamente.




sábado, 6 de julio de 2013



Los periodistas son reflexivos por naturaleza.

No se trata solo a la hora de escribir un texto o captar una imagen. Dondequiera que están siempre observan todo con atención, escuchan detenidamente a quien habla, anotan algunas ideas, mentalizan otras y valoran lo que se dice con una rapidez increíble.

Incluso, de esa maña o práctica del oficio de valorarlo todo no pueden sustraerse ni en la comunicación interpersonal, y como ya es un reflejo incondicionado, no se dan cuenta de que le hacen un juicio constante al interlocutor. En una reunión es diferente, porque si es aburrida se ponen a pensar en otras cosas o se ponen a escribir el texto pendiente, que nada tiene que ver con el contexto. Pero cuando captan su atención entonces atienden tan atentamente como una fiera depredadora lo hace en espera del instante preciso para caer sobre su presa, al estilo del fotorreportero francés Henri Cartier-Bresson, que hablaba del instante decisivo en el fotorreportaje.Y una de esas reuniones que captan la atención de los periodistas es esta donde cada mirada, cada mente, cada precisión de los profesionales de la palabra, están al tanto de lo que ocurre, en esas profundas cavilaciones que no dan lugar para nada más.

En esta pequeña historia están Lacha, Mandy, Niria, Oscar, Ángel Luis y Pedro Enrique, Quesada, Ulises, Yenima, y otros más a nivel de grupo, y mi lente no se sustrajo de la tentación para captar ese instante decisivo en el que los periodistas reflexionaban y repasaban mentalmente lo que se decía por parte de la presidencia o de otros colegas, porque seguramente era una reunión provechosa, y sobre todo, cautivadora de esa mente periodística que cuando no se motiva se aleja del lugar que ocupa el cuerpo físicamente, pero cuando hay interés, ¡cuidado, orador, hable bien!, porque constantemente lo estarán escudriñando.









 
 
                         






Róger Aguilera, en la redacción de la Corresponsalía de la Agencia Cubana de Noticias. (Tiempo21 Fotos /Angeluis)
El día que lo vimos por primera vez nos quedamos mirándolo fijamente, mientras él precisaba algo en el Departamento de corrección del Periódico Sierra Maestra, de Santiago de Cuba. “Ese es Róger, el periodista de Las Tunas”, me dijo Alexis Peña, mi amigo y compañero de estudios.

Recuerdo que lo miramos con admiración y respeto, porque era nada más y nada menos que un periodista oriundo de Las Tunas, cuando este territorio todavía no era provincia, allá por los primeros años de la década del 70 del pasado siglo. Pero además, porque habíamos oído hablar de él por parte de Gallo (Rossano Zamora Paadín), considerado el Padre del periodismo tunero después de la Revolución, que en aquel momento se desempeñaba como funcionario de la esfera ideológica del Partido Comunista en la región, y era quien había enviado a un grupo de jóvenes a estudiar Artes Gráficas a la entonces capital de la provincia de Oriente, con vistas a abrir un periódico diario en la futura provincia de Las Tunas.

Como Alexis y yo estudiábamos Fotograbado, cuyo departamento pertenecía al taller y Róger estaba en la Redacción central, casi no nos veíamos, pero siempre que nos encontrábamos nos saludábamos de manera amable, por ser coterráneos.

Y así pasó el tiempo.

En 1978, cuando se funda el diario 26, en la provincia de Las Tunas, a Alexis y a mí, que ya nos habíamos graduado de Fotograbado y trabajábamos como profesores de secundaria básica, nos mandan a buscar para el Departamento de Fotograbado, y así comenzamos nuevamente en los avatares de un periódico, pero esta vez como profesionales y no como estudiantes.

Por ese entonces Róger Aguilera Morales, El Árabe para los amigos más cercanos, ya había regresado a la naciente provincia y trabajaba como corresponsal de Juventud Rebelde en Las Tunas. Después va para el Servicio Militar y al egresar del ejército comienza a desempeñarse como corresponsal de la Agencia Cubana de Noticias (ACN) en la provincia, aunque en el servicio no se desvinculó del Periodismo y laboraba para una revista militar.

En esa etapa, Alberto Rodríguez era el corresponsal jefe de la ACN, y junto a Róger, Antonio Paneque, Ricardo Varela, Beltrán, Lobón, Luis Manuel Quesada, Florencio Lugones, Gallo, entre otros que laboraban en los diferentes medios, integraban la generación que marcaba el paso profesional de aquel grupo de periodistas que edificaron los cimientos de los órganos de prensa hasta la actualidad.

Ya por ese tiempo las relaciones entre Róger y yo comenzaron a estrecharse por ser colegas, y nació una amistad entre nosotros que nos llevaba a compartir no solo la profesión, sino parte de la vida social. Salíamos a divertirnos con mujeres, con amigos, como jóvenes al fin, que cada día nos levantábamos con ganas de comernos el mundo.

Así, un día le dieron la tarea de desempeñarse como el funcionario que atendía a la prensa en el Departamento Ideológico del Partido, misión que  cumplió con profesionalidad, y cuando terminó ingresó al Periódico 26 y fue mi jefe de Información, y me enseñaba todo cuánto sabía desde su posición de velar por la calidad, el enfoque, la intención del mensaje, y yo, como buen alumno, aprendía todo cuánto me trasmitía.

Otro día de 1998, al fallecer repentinamente Ricardo Varela, a Róger le dan la tarea de ser el corresponsal jefe de la ACN, y el Periódico se sintió la ausencia de uno de los principales elementos de su columna vertebral, y desde entonces ha estado al frente de la Corresponsalía, y aunque se dice muy fácil y rápidamente, en estos 15 años él ha marcado un territorio importante dentro del Periodismo en Las Tunas, por la profundidad en sus análisis, por sus opiniones atinadas, por su visión, por su calidad como profesional, que también lo llevan a cargos colaterales importantes dentro de la Unión de Periodistas de Cuba, como Asesor de la Presidencia y Presidente de la Comisión provincial de Ética.

Y por eso hoy, un día cualquiera, de la manera más sencilla, le quiero rendir merecido homenaje a una parte pequeña de la vida y la obra de este hombre, que prácticamente echó los dientes en el Periodismo, siempre con su mirada aguda, su análisis fino, su consejo sano, su mano amiga; porque periodistas como Róger no se encuentran al doblar de la esquina, y se ubican en el grupo de los imprescindibles en esta difícil y controvertida profesión que da y quita el sueño.

 

Desde mi orilla

Este es mi espacio personal para el diálogo con personas de buena voluntad de todo el mundo. No soy dueño de la verdad, sino defensor de ella. Vivo en un país libre y siento orgullo de ser cubano.

Archivo del blog

Con la tecnología de Blogger.

Followers

Vistas de página en total

Ads 468x60px

Featured Posts

Entradas populares