José
Enrique Valdés Cano es un joven que toca el cielo con sus manos, cada vez que
le da vida a una escultura que nace para perdurar en el tiempo.
Y
es más grande su quehacer en las formas tridimensionales del arte, porque vive
en Chaparra, poblado cabecera del municipio de Jesús Menéndez, al norte de Las Tunas, alejado de los centros de desarrollo de las artes plásticas, y su
formación académica y autodidacta es producto no solo del talento innato con el
que nació, sino, y sobre todo, de su empeño, oficio y perseverancia para crear
su obra.
Este
artista de la plástica ni siquiera tiene un taller, ni siquiera un espacio más
o menos propicio, y en la pequeña sala de su pequeño apartamento, tiene
dibujos, bocetos, maderas, sierras, trinchas y martillos, que suenan
enloquecedoramente en busca del proyecto final.
Valdés
Cano acaricia la madera para crear formar increíbles, lo cual hace después de
pensar en los conceptos que se propone, a partir de las sugerencias para el
público, que deleita su mirada y su espíritu ante propuestas cada vez más
enriquecedoras.
José
Enrique tiene una formación peculiar, desde su posición de hijo único, alejado
del bullicio, de los malos ojos, de las opiniones insidiosas, porque para él la
soledad tiene un precio, que toma forma cuando pasa horas mirando por la
ventana del balcón de su casa en busca de la idea que lo haga feliz no solo a
él, sino a los demás.
Decir
que este joven es el mejor escultor que tiene Las Tunas en este momento quizás
sea un poco pretensioso y seguramente que él será el primero en estar en
desacuerdo. Pero ese criterio no está nada lejos de la verdad, y no porque sus
condiciones como artista sean superiores a las de los demás, sino porque en
cada propuesta hay algo novedoso, porque no se repite, porque no explica,
sugiere, porque sus obras sobresalen desde el concepto hasta la hechura, la
terminación exquisita y la solidez del mensaje.
De
ahí que muchos de los entendidos lo consideren único en estos momentos entre
sus colegas, y eso ya es bastante y hace pensar que de ahí a la verdad hay un
pequeño trecho, porque José Enrique Valdés Cano supera todos los pronósticos,
todas las barreras, todas las pretensiones de la plástica tunera, y eso es más
que suficiente.
Ver vídeo arte: https://www.youtube.com/watch?v=gS5-_L6h7dQ
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