Cuando se
habla del teatro y la literatura en Las Tunas, el nombre de Juan José Rodríguez
Morell emerge limpiamente hacia la cima de esas dos manifestaciones en la
provincia, porque su impronta marca una época en la que las simientes se
regaban cual jardín de ideas no solo para el presente, sino para el futuro.
Por eso
hoy, 44 años después de la fundación del Teatro guiñol Los Zahoríes por el
empeño de Juan José y otros intelectuales, hay que reconocer que su talento,
tesón y perseverancia, fueron decisivos para que una vez formado el grupo, se convirtiera
a través del tiempo en una institución para las tablas infantiles de todo el
país, y durante más de 35 años Juan José se mantuvo ofreciendo lo mejor de sí
parabién del público más pequeño.
Igual pasa
con la literatura, mayormente infantil, en la que no solo clasifica la poesía,
la novela y el cuento, sino las obras de teatro que él mismo ponía en escena,
como un dueto que cada día lo provocaba y lo retaba para que los niños fueran
más felices en cada presentación.
Ahora Juan
José ya está jubilado, aunque quizás trabaje más que nunca, porque en su casa,
es un incansable escritor, en una carrera contra el tiempo que le impone sus
barreras, las cuales, no obstante son incapaces de frenar sus ansias y su
necesidad de expresarse constantemente para siempre ser él mismo.
Miembro de
la Unión de Escritores y Artistas de Cuba este prolífico escritor y dramaturgo
se levanta cada día con la idea que va a llevar al papel y goza con cada
personaje, cada acto, cada escena, en la que los vericuetos de la trama se
entrelazan en sus revesados hilos que llevan irremediablemente al nudo y al
desenlace.
Es una
suerte para la cultura en Las Tunas el contar con un intelectual de la talla de
Juan José Rodríguez Morell, que ha hecho de su profesión un sacerdocio para
hacer felices a los demás.
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