¿Quién niega que el mundo está en crisis?

Todavía en este mundo hay quienes no creen que existe la crisis económica internacional, que afecta, en mayor o menor medida a todos los países, y a todas las personas, incluidas las más ricas.

Iniciada en 2008 en Estados Unidos, ha sido señalada por muchos como la crisis de los países desarrollados, porque es precisamente en los países más ricos donde mayores consecuencias ocasiona.

Pero, cuáles han sido los principales factores causantes de esta crisis que ya cumple cinco años.

Según la opinión de expertos, a grandes rasgos, habría que mencionar los altos precios de las materias primas, la sobrevalorización de los productos, los problemas alimentarios y energéticos, la elevada inflación que afecta a todo el planeta, la amenaza de una recesión en todo el mundo, la crisis crediticia, hipotecaria y de confianza en los mercados.

Por supuesto, las consecuencias de esta crisis son nefastas para el mundo, porque aumentan el desempleo, los paros laborales, la pobreza, crecen las diferencias entre las personas ricas y pobres, aumentan las muertes por suicidios, porque muchas personas al quedar desempleados y no poder mantener a sus hijos y familiares en general optan por quitarse la vida en medio de la desesperación; aumenta la mortalidad en general por la mala o poca alimentación de las personas más vulnerables.

La crisis económica impone un sufrimiento muy grande por el desempleo, las caídas de las remesas en los países más pobres, los recortes públicos en países pobres y ricos, el aumento de la violencia y las muertes.

Nadie se engañe: la crisis económica mundial es una realidad y es la causante de muchas desgracias en el mundo, y exige del propio mundo una enorme posibilidad de cambio.