Esta es la
imagen más famosa de cuantas he hecho.
Es una
imagen del reconocido escritor de la provincia de Las Tunas, Guillermo Vidal, que
se ha reproducido en la Red sin límites, porque ha ido de mano en mano a partir
de la original que alguna vez publiqué un año después de su muerte, en 2005,
cuando en www.tiempo21.cu hicimos un
dossier sobre la vida y la obra del escritor, como un homenaje a su memoria.
Y aunque
nadie nunca me la solicitó para publicarla, y como sé que es mía, porque la
hice y porque tengo el original por si alguien lo dudara, me ha dado mucha satisfacción
la reproducción en cuanta publicación hable de él, porque eso también es un
homenaje por mi amigo desaparecido.
Cuento por
primera vez en público la historia de esa foto.
Data de
finales de 2003, con motivo de un video arte que Alejandro Lora y yo hacíamos
al Guille, y la imagen está en la portada del disco con el audiovisual.
Recuerdo
que durante toda una tarde, sentados los tres en el suelo del patio de su casa,
a la sombra de un árbol, discutíamos el guión del video para promocionar su
novela La saga del perseguido, con
la cual acababa de ganar el Premio Alejo Carpentier, uno de los más importantes
de la literatura, y la idea original que llevábamos quedó enriquecida, y al
final resumíamos la esencia de su libro.
Después
comenzamos a maquinar para filmar una película sobre una de sus obras, y nos
propuso que fuera sobre Las manzanas del paraíso, cuya producción era muy pero
que muy difícil por la trama de la misma y sobre todo por sus escenarios, nada fácil
de reproducir.
Así también
surgió la idea de hacer un grupo de cine independiente en el que estaríamos los
tres y al que se sumarían después otros profesionales, y a la hora del nombre,
empezamos a decir lo que se nos ocurría, hasta que el Guille dijo loco de
alegría: “lo tengo”. Y cuando le preguntamos nos dijo a rajatablas: “Acoytes”.
-¿Cómo que
Acoytes?- le preguntamos Alejandro y yo- ¿Qué quiere decir eso?
- A cojones
y a testículos –nos respondió con la más original de sus carcajadas-. Cómo no
tendremos de nada para trabajar pues lo haremos a cojones y a testículos –volvió
a decir y todos reímos de su ocurrencia.
Y así nació
Acoytes, una firma con la que
hicimos dos películas: una de Guillermo: el largometraje Los Cuervos, en 2006-2007 y el corto Homoerectus, un año después, y aunque el Guille no pudo sobrevivir
al tiempo para hacer los guiones de cine que soñaba, porque murió unos meses
después de aquel vídeo arte, el 15 de mayo de 2004, todo lo que hacíamos era en
su homenaje.
Por ello
ahora me satisface dar a conocer la pequeña historia de esta imagen que ha
recorrido el mundo en la Red, a la memoria del Guille.
Ver vídeo arte
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