Después de
varios días sin llover, como parte de la intensa y prolongada sequía que afecta
a la provincia de Las Tunas, esta tarde un fuerte aguacero se precipitó sobre
una buena parte de la capital del territorio, con granizos incluidos durante
varios minutos, lo cual agradecieron los tuneros por las difíciles condiciones
de vida que impone la falta de agua en los embalses que abastecen a los ocho
municipios.
No fueron pocos
los muchachos que salieron a bañarse en el aguacero, pero cuando el cielo
comenzó a tirar sus «piedras»
corrieron despavoridos a guarecerse de aquel «ataque» imprevisto y tempestuoso
de San Pedro, que regó de pequeños y hasta medianos cristales de hielo las
calles, y los techos de la ciudad de Las Tunas.
Fue una
tormenta local severa, apenas con nubes, por lo que fue de improviso, porque el
cielo estaba demasiado claro para sospechar algo así, y solo los truenos
anunciaban que podía caer la lluvia, siempre bienvenida en las condiciones que
imponga la naturaleza, porque sin agua es imposible la vida.
El
Departamento de Pronósticos de Las Tunas informó que se trató de una tormenta local severa, los granizos eran del tamaño de una moneda de cinco centavos,
ocurrieron fuertes descargas eléctricas y 20, 5 milímetros de lluvias en tan
solo 25 minutos, todo debido al calentamiento diurno, la inestabilidad
vespertina y condiciones favorables en la troposfera superior.
Por eso los
tuneros agradecieron los granizos y la fuerte lluvia, Y los muchachos, una vez
que vieron cesar los granizos, volvieron a la carga para recibir la lluvia en
sus cuerpos sedientos, y algunos de los mayores, en los balcones y puertas de
sus casas miraron al cielo y dijeron: ¡gracias San Pedro!
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