
La muchacha y el violonchelo se
funden en una bella escena en que ambos intercambian caricias, miradas llenas
de ternura, amor sin límites. Muchacha y chelo muestran su belleza sin igual.
Están callados, como pensando uno con respecto a la otra. Ella pasa la mano, lo
acaricia; él se queda muy tranquilo, en pleno disfrtute de la mano que lo llena
de regocijo. Después, cuando...