La flauta es capaz de provocar
sensaciones múltiples cuando es tocada por una virtuosa del instrumento. Y
llega a nuestro oído para acariciar el encanto que solo es propia de una bella
melodía. Cuando la escuhas te atrapa y no te suelta hasta que deja de sonar. Y
aun así, parece seguir en tu oído, suave, tierna, sacudidora. Pero eso sucede
si solo quien la toca es capaz de invadirte para siempre con sus notas, con su
inigualable sonido.
sábado, 4 de agosto de 2018
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