Marcial Flores y sus ansias por el arte

Marcial Flores es una suerte de artista de la plástica formado al calor de sus manos, de su intelecto y de su empeño, aun cuando nunca fue a la academia.

Solo bastó que un día, quizás sin proponérselo, tomó un lápiz y un papel y se puso a dibujar, y entonces se dio cuenta de que tenía aptitudes para la pintura, para la caricatura.

Y desde entonces, no para de buscar la idea precisa, la imagen justa para hacer feliz a su público, y se enamoró de la causa de Los Cinco cubanos, e inició una carrera meteórica en la lucha por su liberación, y hoy cuenta en su currículo con más de 200 caricaturas dedicada a los antiterroristas.

Como última muestra de su calidad, Marcial ganó el tercer lauro del vigésimo quinto salón de caricatura personal Juan David, en San Antonio de los Baños, lo que representa un doble paso de avance, porque el solo hecho de llegar a la exposición del Museo del Humor es un triunfo, porque él sabe que por allí han pasado los mejores exponentes de la caricatura cubana, y le sorprende.

No obstante, el premio de esta vez tiene un sabor distinto, porque fue con una exposición personal con 25 caricaturas con gente de pueblo, como Cándido Fabré, X Alfonso, Elito Revé, Fina García Marruz, Chucho Valdés o  Luis Carbonell.

Pero ya no es solo la caricatura o la pintura, porque Marcial Flores incursiona ahora en la escultura, con su obra Rompiendo el muro del silencio, con el tema de Los Cinco, que espera inaugurar muy pronto.

También lo apasiona la idea de René González de hacer una exposición a dos manos con Gerardo Hernández Nordelo, y de seguir incursionando en otras formas de expresión de las artes plásticas, porque sabe que con su amor por lo que hace, sus ganas de hacer más y su talento, nada podrá interponerse a sus sueños de crear y crear.