Recuerdo
como si fuera ahora mismo aquel tiempo de 1970, cuando algunos de mis mejores
amigos marchaban a La Habana para prepararse como actores de teatro guiñol en
la Escuela Nacional de Teatro Infantil.
Yo
era un adolescente de secundaria básica, y Roberto Mayo, mi mejor amigo de
entonces, estaba en el grupo que se iba a preparar en tal empresa, junto a su
hermano Raúl y Ulises Fonseca, quienes siempre andábamos juntos por ser amigos
del barrio.
Los
Zahoríes está considerado entre los grupos insignias cubanos en el teatro para
niños, por la labor de sus integrantes realizada durante años, con una
incesante búsqueda que los ha llevado a actuar por plazas, parques, escuelas y
comunidades de buena parte de la geografía nacional.
Su
repertorio cuenta con más de un centenar de títulos diversos, aclamados con
entusiasmo por la grey infantil en su tradicional sede de la sala teatro Raúl
Gómez García, de la oriental ciudad de Las Tunas.
Tal
vez sea esta la compañía de teatro local que mayores lauros ha recibido, por
ser una auténtica referencia en el género infantil.
Los
primeros pasos para su creación se sustentaron bajo la conducción de Eloísa de Robles, una bella mujer quien para
ese propósito se apoyó en la experiencia y el talento de Juan José Rodríguez,
director provincial de teatro y danza en la antigua provincia de Oriente.
Fue
uan José, dramaturgo, narrador y director artístico del grupo, quen coordinó
con el entonces asesor nacional de teatro, Bebo Ruiz, para que sus integrantes
fueran aceptados en calidad de estudiantes en la Escuela Nacional de Teatro
Infantil que radicaba entonces en el reparto Siboney, en La Habana.
Estos
jóvenes, al egresar de esta escuela, crearon el 14 de septiembre del año 1971,
el Teatro Guiñol Los Zahoríes, que cuenta entre sus fundadores, además de
Eloisa, Juan José, Raúl y Roberto Mayo y Ulises Fonseca, a Raúl Velázquez,
Dulce María Rodríguez, Carlos Navas, Roberto Díaz, Eliseo Camejo, Pilar y
Clotilde Aguillón.
Hoy
Los Zahoríes son un grupo referencial y yo tengo el orgullo de ser partícipe de
su nacimiento a través de mis amigos, que llegaron a Las Tunas una vez
graduados con el pelo largo como Los Beatles, en lo que constituyó, sin
saberlo, un acontecimiento para la cultura de Las Tunas.
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