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Jorge, a la izquierda. |
Esta es una foto emblemática para mí, por lo que representa Jorge Carbonell López como amigo y profesional, y fue tomada en un día de la prensa cubana, cuando almorzábamos en un lugar campestre de Las Tunas.
A Jorge lo conocí cuando yo era un adolescente y estudiaba el octavo
grado en la escuela secundaria básica Wescenlao Rivero, de la ciudad de Las
Tunas, y él nos impartía Matemática como el profesor titular de esa asignatura
en el grado.
Por
aquellos tiempos era tan joven como nosotros y aún tenía pelo, pero su
incipiente calvicie descubría un futuro brillante en su cabeza, aunque lo que
más llamaba la atención a las niñas del aula era su voz, que parece acariciaba
las cuentas, los problemas, las ecuaciones, y la mayoría de ellas suspiraba
cuando para aligerar un poco la dura materia, declamaba un poema de amor que
dejaba muertas a las representantes del género femenino.
Entonces,
con su pícara mirada echaba una ojeada al aula, y rompía el hechizo de las
adolescentes damas con su voz que cortaba el aire cuando decía: “¿les gustó?
Pues ahora a la Matemática”, y volvían las ecuaciones, los problemas, los
cálculos, las figuras geométricas, los sistemas numéricos, el álgebra, los
análisis, que a no pocos nos dejaba con la boca abierta y la cabeza echando
humo.
Después de
aquel año o algún tiempo después, Jorge dejó la docencia y comenzó a trabajar
en la emisora Radio Circuito, actual Radio Victoria, y el mundo de la locución
lo absorbió y los oyentes agradecieron aquella voz que surcaba el éter, y las
muchachas suspiraban con sus poemas, y la imaginación jugaba libre con aquel
hombre con una voz hecha para la radio.
A partir de
entonces su carrera comenzó a ser brillante, porque no solo tenía la voz ideal,
sino porque estudiaba y se actualizaba constantemente, y se graduó de
Periodismo y su camino fue despejado y lleno de triunfos en el difícil arte de
la locución, y un día se fue a trabajar a Radio Habana Cuba, pero regresó,
hasta que otro día se casó y se fue a vivir a Venezuela, país en el que estuvo
alrededor de 10 años porque regresó a su tierra natal y a su emisora natal, que
nuevamente le abrió las puertas a su talento y a su entrega total, sin límite
por lo que hace.
Hoy Jorge
es una leyenda viva de la locución en Cuba. Presidente de la Cátedra de esa
especialidad en la provincia de Las Tunas y miembro de la Comisión Nacional de Evaluación, ha
impartido clases y conferencias en todo el territorio nacional, y se mantiene
firme en sus programas diarios: la revista Hablemos de, y el noticiero Impacto,
de los cuales es su conductor, en el romántico Bajo las estrellas, en el
histórico dramatizado Caminos, siempre dejando ver sus dotes como comunicador y
su influencia para todos los profesionales de la voz que lo rodean, porque él
es, por derecho propio, la voz de oro de la locución en Las Tunas.
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