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Valle de la prehistoria. |
Dicen
que el grupo de indígenas de la cultura Taína vivía en paz y armonía en las tierras
fértiles de una zona al este de la actual provincia de Santiago de Cuba, donde
la caza diaria constituía la principal actividad de los habitantes del
asentamiento.
Árboles
había muchos, frondosos y verdes que recibían la bendición de la lluvia, pero había
uno que se distinguía de los demás. Con una madera compacta, apariencia
amarilla, una longitud elevada y un tronco macizo, al cual los aborígenes
nombraban Baconá.
Era
un árbol que crecía a poca distancia de la costa, y según los habitantes de la región
tenía poderes mágicos, milagrosos para muchos habitantes de la tribu.
Cuenta
la leyenda que en ese asentamiento vivía un pequeño indiecito que todos los
días salía a pasear, y un día, encontró una gran masa de agua azul, a la cual
nombraron la Laguna de Baconao, frente a la cual el niño se sentaba durante
largo tiempo para contemplar las bellezas naturales del paradisíaco lugar.
Y
un día, el pequeño niño encontró un caracol grande, el cual le llamó la
atención por su forma y sus colores, y cuando lo soplaba emitía un sonido
bello, que acariciaba los oídos de quienes lo escuchaban.
Así,
cada día, el indiecito se sentaba a la sombra del frondoso árbol Baconá, y
pasaba largos períodos de tiempo sonando el caracol, y los pobladores del lugar
tampoco demoraron en comenzar a atribuirle poderes mágicos al caracol junto al
árbol y al niño, a quien le bautizaron con el nombre de Baconao.
Todos
los días Baconao paseaba por la comunidad y hacía sonar su caracol junto al
árbol, pero un día no apareció más, sin dejar rastro en el lugar, y dicen que desde
entonces en el árbol de Baconá, siempre pueden escucharse los sonidos
armoniosos del caracol del pequeño niño de esta aldea taína.
Hoy el Parque Baconao es una reserva que se localiza entre Santiago de Cuba y Guantánamo.
Posee un gran parque de diversiones, un acuario visitado por grandes y chicos y
una adecuada red hotelera.
Como poblado rural fue fundado en 1981, posee 60 unidades de alojamiento y está
poblado por 210 habitantes: 103 hombres y 107 mujeres, y se ha convertido en un
parque natural de 800 kilómetros cuadrados, declarado por la UNESCO Reserva
Mundial de la Biosfera.
En
la zona existen museos, sitios recreativos, monumentos históricos y
curiosidades como el llamado Valle de la Prehistoria, en el que existen grandes
animales esculpidos que son la atracción de grandes y chicos, todo gracias a la
leyenda de Baconao.
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