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A través del Cieric las comunidades de Las Tunas se han llenado de espiritualidad, |
La Oficina regional del Centro de Intercambio y
Referencia-Iniciativa Comunitaria, Cieric, en la provincia de Las Tunas, es
una suerte de laboratorio para llevar a las comunidades la espiritualidad que
emancipa a las personas ante los agobios propios de la vida, tanto laboral como
personal.
Desde que se tuvo la brillante idea de que en Las
Tunas existiera la institución que dirigiera el trabajo de las cinco provincias
orientales, este territorio ha tenido el privilegio de ver el desarrollo
comunitario, porque la Oficina ha servido para agrupar a la intelectualidad en
torno a la gente de menores recursos, de los lugares menos desarrollados.
El Cieric, junto a la Unión de Escritores yArtistas de Cuba en la provincia, han mantenido una simbiosis que hace grande a
los artistas empeñados en llevar el arte y la literatura a gente de barrios,
donde escasean las opciones culturales y la vida muchas veces se torna
monótona.
No puede ser de otra manera, y hoy comunidades como
Boquerón e Itabo, en Puerto Padre, el Club familiar, el reparto Aguilera y el
propio centro de la ciudad de Las Tunas son diferentes por proyectos
comunitarios que se han ganado el cariño y la admiración de la gente, que
acuden a sus sedes y actividades en busca de un momento diferente, y siempre lo
encuentran.
Pero no es solo en Las Tunas, porque en las otras
cuatro provincias orientales el desarrollo comunitario también se nota de
manera excepcional, y eso se debe a un Centro que se empeña cada día en
preservar y despertar la espiritualidad de las personas, para que al mismo
tiempo sean mejores seres humanos.
La Oficina de Las Tunas es una sede pequeña y
modesta, con solo cuatro profesionales
que cada día aportan lo mejor de su talento en busca de nuevos horizontes, de
nuevas metas.
En todo el país el Cieric tiene una labor
destacada, pero Las Tunas con las demás provincias orientales son de
referencia, y son miles de personas de esta región que ya no podrían vivir sin
sus proyectos, porque los proyectos son vida y juventud, aunque sean cientos
las personas de .la tercera edad que acudan a ellos, además de los niños, dos
de los grupos priorizados.
Por eso la Oficina del Cieric en Las Tunas, además
de una suerte, se ha convertido en un lugar de hacer bien, a través del arte y
la literatura, y eso no tiene precio si de valor se trata, porque lo más
importante está en el espíritu y el Cieric trabaja con y para el espíritu.
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